Wish

Wish
Autor: Akahana_Sakura
Pareja: JaeMin
Género: Lemon (?)
Extensión: One-shot


Las personas desean cosas diferentes, no importa si son buenos o malos deseos. Son deseos.

Los sueños de las personas están en una ilusión de algún pensamiento no tan efímero como son las creencias.

Los deseos y sueños de Jaejoong no estaban tan anclados a lo normal.

Es decir, una chica linda, una familia, dinero para no pasar necesidades, hijos educados, un buen trabajo o algo así.


Lo único normal que deseaba era tranquilidad.

Sus sueños, ilusiones y deseos estaban puestos en sólo una persona y se anclaban a ella al punto de desgarrar su alma y dejarla lastimada por siempre.

Y no le importaba.

Changmin era su único sueño, anhelo, deseo e ilusión. Porque si bien el menor lo ignoraba, lo trataba mal, lo golpeaba y se enojaba con facilidad con él. Jaejoong se aferraba más a aquella esperanza.

Porque no sólo le gustaba lo inalcanzable, no sólo le gustaban los retos y lo imposible.

Le gustaba que Changmin fuera el único capaz de darle lo que él en realidad quería con sólo una mirada, le gustaba que el menor fuera el único capaz de calmarle cuando se pasaba de la raya, le gustaba que Changmin fuera el único que no gustaba de él por su apariencia.

Le gustaba tanto que a duras penas pudo controlar y refrenar aquellos sentimientos que amenazaban con ahogarlo.

-Hyung…ya deja de mirarme

-No quiero

-Realmente eres un fastidio

-Pero aun así te gusto

-¿Gustarme? Te estás volviendo loco

-Para nada, lo veo en tus ojos

-Entonces cómprate unos buenos lentes que los tuyos ya deben estar rotos.

La manera de evadir las cosas, de hacerse la burla de él. La manera de ocultar sus sentimientos.

Jaejoong sabía perfectamente que Changmin era para él mucho más que un reto, era…no podría explicarlo, tampoco era su gran conquista…era, solamente era él y su difícil actitud que lo hacía quererlo más y aferrarse a su anhelo.

Las cosas para ninguno de los dos eran fáciles, eran tan difíciles como caminar sobre el agua sin mojarte, casi imposible para un ser mortal.

Changmin constaba en una persona llena de esperanzas y sueños, constaba en la luz que no dejaba de iluminar la mente de Jaejoong para demostrarle cuales eran sus errores, sus aciertos, lo bueno y lo malo de él. Changmin era tan claro como el agua, el espejo de su alma cuando él no quería ver lo que en realidad era.

Estaba orgulloso de que al menos el menor, aunque se le haya declarado desde que se dio cuenta de que lo quería jamás lo rechazo pero tampoco le dijo sí. Por lo cual el entendía que tenía una oportunidad en su corazón. Una oportunidad que esperaba volteara a su favor.

-Hyung… ¿Necesitas algo? –y como habría hecho una primera vez pero esta vez estando el menor despierto lo besó con delicadeza, colocando sus labios suavemente sobre los delgados de Changmin. El menor no lo alejó, únicamente terminó recostado en la cama con el mayor sobre su cuerpo pidiendo permiso para acceder a su boca. Permiso que fue conseguido sin refutar.

-¿Te gusto?-preguntó con la mirada brillante puesta sobre los posos achocolatados del menor que solamente distorsionó un poco su sonrisa y las lágrimas llenaban aquellos posos

-Yo te quiero hyung…-Jaejoong no pudo ser más feliz en aquel momento, no dudo en besarlo, en hacer su rostro, su cuello, su pecho, sus brazos. Todo su cuerpo.

Entre a vista de la luna plateada, llena de vida, de soledad.

Iluminó la entrega de ellos dos, iluminó las caricias de Jaejoong sobre el cuerpo canela bajo él, iluminó los besos esporádicos de Changmin sobre la blanca piel opuesta. Y terminó por iluminar a ambos entregándose, Jaejoong poseyendo hasta el alma de Changmin.

-¿Hyung? ¿Estás despierto?-preguntó con timidez, Jaejoong lo mantenía abrazado por la cintura, con sus labios besando su cabeza y sus piernas entrelazadas de tal manera que si alguien entrara y los viera no podría definir que pierna le pertenece s quien.

-Si… ¿Por qué?

-Hyung… ¿Me quieres?-Jaejoong con rapidez volteo el cuerpo de Changmin hasta que quedaran frente a frente, Jaejoong lo besó con fuerza, procurando no dejar ni un mínimo lugar de su boca sin recorrer

-¿Acaso no te lo he dicho desde hace cuatro años?

La sonrisa de Changmin se amplió. Descubrió esa noche mientras se entregaba a Jaejoong que hace ya bastante tiempo tenía sus sueños puestos en él y hoy se los había entregado por completo.

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