Actualización

Hola mis chicas. :D

¿Les gusto mi remodelación? Está un poco diferente y espero se acostumbren ^^ no sé que pasó con mis resúmenes ya no los puedo poner pero ni modo, me faltan algunas cositas como ordenar los fics por parejas pero pueden buscarlos por las etiquetas que tan para allá ------>

Por lo pronto lo abro así porque ya se me quemó el cerebro y no quiero que se me desesperen.

Hago lo posible por continuar y escribir más fics, tengo varios en cola y aún no continuo los que debo continuar lo sé, pero paciencia porque tampoco dispongo el tiempo de antes, mi ingreso a la universidad se me vino encima ._. Si voy a ser universitaria y aún no cumplo 18 xD

En fin, hoy les traigo estos humildes fics con la esperanza de que los lean y les guste ^^ ya les traeré más.

Las quiero mucho ^^.



Tiempo de espera[JaeMin] (Tiffy, te amo con toda mi alma, mi corazón late mucho y no fue extorsión ¬¬)


Blue Moon [YooMin]

I'm so sorry, but I love you [JaeMin] (¡record!)

Por si las moscas recuerdo. En LWL el poder de cambiar el rumbo de parejas en esa historia sólo lo tiene Kimmi-Ann el fic es para ella y sólo ella sabe que hacer...si ella decide que se vuelva YooMin o HoMin pues ni modo, si se queda en JaeMin...ni modo también O.o

Las quiero~

I'm so sorry, but I love you

Titulo: I’m so sorry, but I love you

Autor: Akahana_Sakura

Pareja: JaeMin

Género: Angst, Lemon, Slash

Advertencia: Asesinato, Violencia

Nota: Basado en el video de Big Bang, Lies *-* amo esa canción… (Loca) Este fic…tiene una trama un poco complicada al principio, pero al final…como no quería dejarlo triste preferí aligerarlo y hasta chistoso quedó xD ojalá les guste~




Changmin tomó su cabeza desesperado, lágrimas incesantes caían por su rostro.

El miedo se apoderaba de él y no era capaz de controlarlo.

La desesperación se comenzaba a sentir.

¿Cómo pasó todo aquello?













Su frágil cuerpo fue aventado hasta chocar violentamente contra la pared de la habitación, un portarretratos cayó al suelo junto a su cuerpo.

El otro chico comenzó a patear su estómago en el suelo, para luego bajar y tomarlo por el cuello de su camiseta, obligándole a mirarle, aunque sólo sentía el dolor de sus heridas y no era capaz de enfocarle.

Lo haló del cabello y lo sacudió fuertemente.

― ¡¿Eres mío entendiste?! ―le reclamó en el oído, sentía sus fuerzas flaquear y ya ni siquiera podía defenderse.

En un empujón lo metió al baño, terminó chocando con el espejo a sus espaldas, provocando que este se rompiera cayendo los cristales en su cuerpo en el suelo. Ya sin estar consiente.

Sentía ardor en su cuerpo, pero todo al parecer afuera estaba tranquilo. Con miedo de que estuviera ahí junto a él abrió sus ojos con lentitud.

Por suerte no lo encontró en la habitación.

Por el aroma, el color de las paredes y los artefactos en la habitación pudo deducir que estaba en un cuarto de hospital, con curaciones por doquier.

Al poco rato se abrió la puerta y un chico de cabellos obscuros entró, mirándolo reprobatoriamente.

Él sólo pudo bajar su cabeza muy apenado.

―Al fin despertaste…

― ¿Qué haces aquí YoongWoong?

―Me llamó Jaejoong, deja de decirme así que sigo sintiendo que me reprochas él porque estoy en las calles

―Te lo reprocharé todo el tiempo…

―Yo debería hacerlo contigo Changmin―dijo molesto. El menor bajó la cabeza y vio las muchas raspaduras en sus brazos―El médico dijo que fue muy grave, tenías vidrios incrustados en la espalda, casi te rompe las costillas a patadas, tienes hematomas en la cara y casi en todo el cuerpo…esta vez se pasó. ¿Cuándo piensas detenerlo?

― ¿Qué?

―No te hagas Changmin, fue él aunque él haya dicho que alguien entró al apartamento a robar, por favor ni la enfermera se lo creyó. No tienes por qué soportar que te golpee de esta manera

―Y-Yo no puedo…tengo miedo. Él dijo que no importaba que hiciera para huir de él, él me encontraría y me mataría. Tengo miedo que lo haga…yo…no

― ¿Por eso soportas que te maltrate así? ¿Sabes que puedes mandarlo a detener por la policía?

―Una vez pasó…pero él logró con un amigo salir y aquella vez casi me mata porque creyó que fui yo…si pudiera detenerlo lo haría














Los días pasaban con lentitud, aquel chico no se detenía, cualquier excusa era buena para golpearle, no importaba si se portaba sumiso o no. Él siempre hacía lo mismo.

Changmin no podía alejarse de él porque sabía a la perfección que no dudaría en matarlo si siquiera intentaba huir.

Podía salir pero pobre de él si uno de sus amigos lo veía conversando con alguien, los golpes era la consecuencia para todo lo que hacía.

Jaejoong gracias al cielo vivía en el mismo edificio que él y cuando sabía que el otro no estaría siempre iba a verlo, para ayudarle a curar sus heridas y dejar que se desahogara con él.

Los sentimientos iban cambiando especialmente para el mayor, ya no podía soportar verle sufrir así, no podía ver más golpes en su rostro sin querer partirle la cara al idiota ese por ser tan poco hombre y maltratar a Changmin así cuando él era un pan de Dios, tan inocente como nadie a sus ojos.

―Rayos…mira como dejó tu carita―dijo tocando suavemente su rostro, sobre su mejilla hinchada por el puñetazo que le dio la noche anterior. Colocó el hielo sobre su mejilla y le pidió lo sostuviera mientras ponía unos parches nuevos en las heridas abiertas de su otra mejilla―Es un animal

―Lo sé…―suspiró Changmin ignorando el ardor que le daba cuando Jaejoong pasaba el alcohol por sus mejillas para desinfectar las heridas. Cuando el alcohol pasó por su labio partido un quejido salió de sus labios―No hagas eso

―La herida es muy grande si no te limpio se infectara y te dolerá más―dijo dándole un suave golpecito en el brazo, Changmin se quejó y Jaejoong frunció el ceño para luego mirar su brazo cubierto por su camiseta, con cuidado palpó suavemente el lugar, viendo la cara de dolor que Changmin ponía, luego pasó su mano por su pecho y más caras como estas se hicieron presentes.

Jaejoong suspiró y miró a Changmin que sólo bajó la cabeza, le indicó que se recostara y le quitó la camiseta.

En su pecho había varias marcas que pudo deducir que eran chupones, otras eran evidentes hematomas producidos por fuertes golpes, había algunos raspones esparcidos ahí y por allá.

―Changmin… ¿Él te tomó por la fuerza?

―Yo te juro que no quería…él estaba muy tomado y dijo que no dejaría que nadie más me tocara…dijo que cuando vieran mis heridas y los chupones nadie querría tenerme…que era asqueroso pero sólo suyo―Unas cuantas lágrimas se deslizaron por el rostro de Changmin, Jaejoong miró tristemente a Changmin y secó sus lágrimas con su dedos suavemente.

―Tú eres hermoso aún con esas horribles marcas ahí―En ese momento el autocontrol para Jaejoong era una utopía, no existía cuando besó los heridos labios de Changmin.

No pudo resistirlo. Para él Changmin era más que un chico, para él era aquella persona que le había robado el corazón con esa mirada cargada de inocencia y sufrimiento.

Sus manos se deslizaron por su pecho, Changmin gimió.

―Tú eres más hermoso que nadie Changmin…más que nadie―el menor sintió corrientes eléctricas recorrer su pecho.

No recordaba haberse entregado a alguien por propia voluntad desde hace mucho, unas fervientes ganas de hacerlo se apoderaron de él cuando Jaejoong lo besó.

Quería olvidarse del dolor y Jaejoong le estaba proponiendo hacerlo con él. Y no estaba dispuesto ni en condiciones de negárselo.

Los labios de Jaejoong se deslizaron por su cuello, convirtiendo esas marcas rojizas en suyas, aquellas heridas estaban siendo acariciadas con sus besos, quitando el dolor. El menor comenzó a gemir quedamente mientras sus manos viajaban a la espalda del mayor y de rato en rato se iba enredando entre sus cabellos.

Jaejoong volvió a subir para besar sus labios, hambriento de deseo. Sus ojos estaban perdidos en las expresiones faciales de Changmin, sabía que consideraban de mala educación no cerrar los ojos cuando besas a alguien pero estaba completamente perdido en sus expresiones mientras lo besaba.

Le gustaban demasiado.

―H-Hyung…―la mano de Jaejoong se aventuró a quitar su pantalón, desabotonándolo para luego bajar el cierre y quitárselos, el menor se removió en las sábanas de la cama.

―Changmin ah~―al mayor comenzó a gustarle demasiado la suavidad de su piel, el menor sentía que su piel quemaba y se sentía extrañamente bien. Jaejoong sonrió cuando un gemido más alto salió de sus labios.

Las manos del menor cobraron vida, comenzaron a acariciar su pecho con suavidad, quitando la camisa, dejándola caer tras él, con la vista perdida en su rostro le rogó que lo besara y el mayor no se lo negó, devorando sus labios con vehemencia.

Los besos se hicieron más fogosos y el menor perdía control sobre todas sus acciones, llevando sus manos al filo de sus jeans, comenzando a quitarlos con lentitud junto con la ropa interior, observando su despierta hombría.

Jaejoong sonrió, se acercó con lentitud a Changmin quitando su ropa interior, tomando entre sus manos su miembro despierto, provocando que se retorciera del placer.

Con cuidado mientras no dejaba de masturbarle metió un dedo en su intimidad, acariciando con sus labios sus mejillas.

Changmin soltó un pequeño quejido de dolor, pero fue convirtiéndose en placer lentamente.

Cuando el segundo dedo ingresó en él lo besó con fuerza. Al tercero los brazos de Changmin se aferraron en su espalda mientras amarraba sus piernas en sus caderas.

Jaejoong tomó de sus piernas y las separó un poco más para posicionarse correctamente entre ellas, no podía dejar de jadear y gemir suavemente del placer que sentía del sólo escuchar esos dulces gemidos que salían de sus labios.

Con suavidad fue ingresando en él, siendo recibido por la abrasiva sensación de su interior.

Las uñas de Changmin se aferraron a su espalda con más fuerza conforme el mayor iba más a fondo.

El menor mordió su hombro cuando lo sintió por completo en su interior.

Cuando estuvo listo el castaño comenzó a mover sus caderas buscando más contacto, el mayor suspiró pausadamente y salió de él para luego entrar con la misma lentitud, procurando no lastimarle.

El menor comenzó a gemir más alto y Jaejoong aceleró el movimiento de sus caderas.

Changmin estaba completamente perdido en el éxtasis, su respiración irregular y el placer que sentía lo hacían feliz, un poco más lejos de la tristeza de los golpes que recibía todos los días, un poco más lejos del dolor.

Jaejoong sentía tocar el cielo mientras besaba a Changmin, se sentía tan completo que su corazón latía de alegría, estaba tan alejado del mundo mientras Changmin lo abrigaba en su interior que no cabía en sí mismo de felicidad.

Los ojos de ambos comenzaban a enfocarse en los ajenos cuando las embestidas tomaron un ritmo frenético, en el punto exacto en que Changmin no podía enfocar el rostro de Jaejoong porque ya estaba ingresando al punto de éxtasis exacto en que no veían ni oía nada más que el sonido de los gemidos de Jaejoong mientras él sentía tocar el cielo a cada embestida.

Changmin llegó un poco antes a la culminación pero el mayor no se detenía, aumentando el placer de su orgasmo mientras seguía embistiéndole con fuerza.

Cuando el mayor llegó a su punto se desplomó sobre el cuerpo sudado de Changmin, escuchando el acelerado latir de su corazón, estando conforme por haberle hecho sentir placer.

Changmin sonrió dulcemente mientras lo abrazaba y lo besaba tiernamente antes de caer dormido.











Changmin suspiró mientras apagaba la hornilla de la cocina, escuchó la puerta abrirse y el pánico se apoderó de él.

Hace sólo unas horas se había entregado a Jaejoong, todavía sentía el aroma que poseía el mayor sobre su piel, sentía alegría por eso pero cuando los pasos se oyeron más fuertes el pánico se apoderó por completo de su cuerpo.

―Eres una zorra…―le dijo mirándole con los ojos cargados de furia, el menor comenzó a retroceder asustado, hasta chocar con la mesa del desayunador. El otro chico se acercó con lentitud―Metiéndote con Jaejoong…sabía que venía a curar tus heridas… ¡¡Pero también sé que te acostaste con él!! ―Changmin comenzó a respirar dificultosamente, intentó huir pero aquel tipo le cogió del cuello, comenzando a asfixiarlo― ¡Eres una zorra! ¡Abriéndole las piernas al primero que se te cruza!

Un golpe sobre su mejilla le hiso temer a Changmin lo peor.

Iba a matarlo…

― ¡¡Perra!! ¡Todavía tienes el olor de ese hijo de puta! ¡¿Qué tiene él que no pueda darte yo?! ¡¿Acaso la tiene más grande?! ―lo tomó de los cabellos y lo acercó a su rostro― ¡¡Eres mío carajo!! ¡¿Quieres que te vuelva a tomar para demostrarlo?!

―Por favor…no…―rogó entre lágrimas

― ¡¿No?! ¡Entonces para qué demonios te revuelcas con él! ¡No eres nadie para pedirme nada!

Changmin vio que en su mano llevaba un cuchillo y se asustó aún más, a tientas buscó con su mano algo con qué defenderse a sus espaldas.

― ¡Vas a morir! ―Changmin logró soltarse y comenzó a correr, tropezó con la alfombra antes de lograr encerrarse en la habitación pero se levantó sin importar el dolor.

No pudo cerrar la puerta porque aquel hombre colocó su pie como tope, empujándolo. Changmin volvió a pararse y temiendo lo que pueda sucederle si no se defendía tomó la lámpara de piso aún lado de la cama y la estrelló contra la cabeza del otro que se vio obligado a retroceder.

― ¡¿Qué crees que haces?! ―Changmin no se detuvo, siguió golpeándolo con la lámpara hasta que esta perdió la funda el foco se rompió sobre su cabeza y los vidrios comenzaron a lastimarle dejándole heridas de gravedad.

Sin poder detenerse comenzó a gritarle a aquel tipo que apenas ya podía defenderse.

― ¡Acaso tú sientes lo que yo sentí!

―¡¡Ya basta!!

― ¡¡¡No!!! ¡Tú no te detuviste ni aun cuando me estaba muriendo por tus golpes! ¡No sabes todo el dolor que soporté! ¡Y sí! ¡¡Me acosté con Jaejoong!! ―siguió gritando mientras el otro perdía fuerzas, su nariz comenzaba a sangrar producto de los duros golpes en su cabeza, su cara ya llevaba golpes que se comenzaban a convertir en cortadas.

Hasta que dejó de sentir y su pulso se detuvo.

Fue ahí cuando Changmin se detuvo soltando lo que traía en sus manos, retrocediendo del miedo.

Lo había matado…

Sus ojos comenzaron a aguarse, había matado a alguien…no había podido controlarse y ahora veía el cuerpo inerte de aquel tipo que por tanto lo maltrató en su propia sangre muerto en un rincón.

―No…no puede ser…

― ¡¿Changmin?! ―Los ojos del menor se abrieron de par a par…levantó la mirada y vio a Jaejoong parado a sólo centímetros de él, lágrimas cayeron por sus ojos y Jaejoong vio al cuerpo ahí sin saber qué hacer.

Hasta que suspiró y levantó al menor bruscamente empujándolo hasta afuera.

― ¡Vete de aquí! ¡¿Qué estas esperando?!

― ¡¡No!! ¡¡Yo fui el que…!!

― ¡¡Lárgate o te arrestarán!! ―El menor lo miró confundido sin saber qué hacer, Jaejoong resopló y le gritó― ¡¡¡¡LÁRGATE!!!!!

Changmin del miedo a ese grito salió corriendo. Jaejoong cerró la puerta y se desplomó tras ella llorando desconsolado.

¿Qué se suponía que estaba haciendo?

Se levantó y decidió correr también. Vio al menor a unas cuantas cuadras apoyado en un poste llorando.

― ¡Te dije que te largaras!

―Hyung ah…yo lo maté…yo…yo no quería…él descubrió que tú y yo…―Changmin parecía demasiado asustado para pensar con coherencia, lo tomó de la mano y tiró de él. Corriendo los dos juntos por la calle, hasta que se escondieron en una fábrica abandonada ya bastante lejos del lugar.

― ¿P-Por qué? ―preguntó Changmin, Jaejoong lo miró con confusión, con lágrimas de por medio― ¿Por qué lo hiciste? ¿Por qué?

― ¡¡Te amo!!

―…―los ojos de Changmin estaban abiertos a más no poder, el mayor lo miró a los ojos y bajó la cabeza. Changmin ni siquiera sabía lo que sentía por él

―Siempre te eh amado…odiaba que él te hiciera daño, odiaba que te tocara sólo para hacerte daño. Temía decírtelo porque sé que no sientes lo mismo por mí, porque sé que te entregaste a mí porque necesitabas hacerlo…perdóname pero esto que siento es demasiado fuerte…

―Hyung ah…―La respiración de Changmin se hiso irregular, no entendía que era lo que pasaba en su corazón, no podía deducir si sentía lo mismo o no. Jaejoong se levantó y antes de irse lo miró

―Huye de aquí…no podré detenerlos mucho tiempo y ellos tienen los recursos para saber que fuiste tú quien lo hizo y no yo―Changmin no se movió mientras veía a Jaejoong acercarse a la salida pero por alguna razón él no quería dejarlo ir así que corrió hasta él y tomo su brazo, abrazándose a él con fuerza

―Q-Quédate conmigo…por favor…

Unas lágrimas cayeron del rostro de Jaejoong, él no quería escuchar esa petición, no quería escuchar eso. Él quería escuchar esas palabras que él había soltado hace unos minutos sin pensarlo demasiado.

―Te quiero…

―Pero…pero no sientes lo mismo que yo…lo siento, pero yo te amo











Changmin tomó su cabeza desesperado, lágrimas incesantes caían por su rostro.

El miedo se apoderaba de él y no era capaz de controlarlo.

La desesperación se comenzaba a sentir.

¿Cómo pasó todo aquello?

Fácil, había comenzado cuando él había asesinado a aquel hombre que por tanto tiempo lo había sometido a un duro régimen de golpes y torturas.

Había comenzado cuando Jaejoong les dijo a los policías que él había sido y él apareció de repente diciendo que no era cierto, que él lo había hecho sólo…diciéndoles de corrido que lo había matado con la lámpara de piso del dormitorio principal porque aquel tipo iba a matarlo.

Changmin alegó defensa propia y todos le creyeron porque en la mano del otro sujeto había un cuchillo no utilizado, si Changmin lo hubiera asesinado por gusto y gana hubiera utilizado ese cuchillo pero lo hiso con lo primero que encontró.

No recibió cárcel pero tuvo que estar encerrado en un lugar donde trataban a personas con problemas psicológicos de ese tipo.

Es decir, debían tratarlo contra el trauma que tenía del maltrato sobre llevado por más de un año y medio, por la violación y el shock emocional tras haber matado a alguien.

Ya iban casi cinco años de eso y aun se despertaba gritando en las noches por haber asesinado a alguien.

Se sentía demasiado sólo como para verse afrontando esta clase de situación.

Tenía el apoyo de muchas personas pero no de quien él quería ver exactamente.

La última vez que había visto a Jaejoong fue en la policía cuando estos lo tomaron en prisión preventiva hasta averiguar si era cierto lo que él afirmaba.

Recordaba su rostro a la perfección, era total estupefacción e incluso unas lágrimas cayeron de sus ojos antes de verlo desaparecer tras la pared.

Las escenas vividas a su lado se repetían constantemente, recordaba sus besos esa tarde, lo amable que fue con él, la manera en que lo hiso suyo tan gentilmente sin obligarle a amarlo.

Cómo se inculpó a si mismo por protegerlo a él aunque sentía que no se lo merecía.

Hace ya varios años ya había descubierto que la razón por la cual no permitió que se inculpara por él era un amor que no había podido notar en aquel entonces por todas las cosas ocurridas.

―Estas demasiado asustado…has superado esto bien pero a mi parecer lo que en este momento te aterra es que Jaejoong no te ame como lo hacía cuando estaba dispuesto a inculparse por ti, tienes miedo a que él te rechace ahora que sabes lo amas―Changmin miró a su psicólogo y secó su lágrimas, tenía mucho miedo ahora que iba a salir de aquel recinto que lo escondió de la realidad por tanto tiempo, miró a Yoochun y este suspiró―Puede que tras estos cinco años él no haya podido olvidarte pero pudo haber transformado sus sentimientos en otra cosa, así como también puede seguirte amando con la misma intensidad de antes…eso es cuestión de cada persona

―Pero si no… ¿Qué haré yo? Yo…yo de verdad siento que…

―Lo sé Changmin…pero no puedes vivir escondiéndote siempre, tienes que averiguarlo, aun cuando todo haya cambiado deberás superarlo. Si es que algo sale mal tu puedes salir adelante lo sé y en caso de que así sea puedes venir a mí y llorar como hiciste la primera vez que viniste aquí

―Ni me lo recuerdes…―Changmin suspiró y abrazó a Yoochun que lo había ayudado durante todos ese tiempo a superar lo que le había pasado―Te voy a extrañar…

―Nada de eso, ni pienses que te vas a liberar de mí, después de todo nos hicimos amigos y yo ya pensaba dejar este hospital e ir a abrir mi propio consultorio

―Si no me libraré de ti entonces no me despido…si me voy a Canadá luego no te quejes

― ¡Mocoso!

―Cuál mocoso, tengo veinticinco años y no soy ningún niño

―Igual eres un mocoso miedoso. Ahora vete de aquí y recupera tu vida

―Qué manera es esa de tratar a un paciente, me quejaré al director

―Hazlo y verás cómo te va―Yoochun sonrió y desordenó los cabellos de Changmin, este sonrió y tomó su mochila cargándola en su espalda, antes de salir del consultorio soltó un ligero gracias y salió.

Cuando se encontraba en el portón varios de los aún internos de aquel se le acercaron.

―Te vamos a extrañar~―dijo un chico más bajo de él, piel algo morena y unas extrañas marquitas bajo sus ojos que identificaban como ojeras. SeungRi, en realidad su nombre era SeungHyun pero como alguien de su círculo de amigos también se llamaba así él dijo que prefería le dijeran así.

SeungRi estaba ahí porque tenía un trauma grave tras haber sido golpeado y casi violado en su secundaria, pero quien lo viera no sospecharía que justo a las tres de la tarde entraba en estado de crisis nerviosa, como recordando lo que le hicieron hace dos años. A duras penas iba superándolo y ya no se portaba tan violento como en un principio.

―Quién diría que ya estás menos loco que nosotros―dijo otro chico de casi la misma altura de SeungRi, tenía una amplia sonrisa colocada en su rostro pero comenzaba a ponerse triste. Él era DaeSung, él era muy amable y alegre parecía irradiar sonrisas hasta dormido y por eso nadie sospechaba que era muy infeliz por dentro, apenas afrontando que su madre había muerto asesinada en frente de sus ojos.

―No estaba tan mal tampoco. Y no me salgan con lo que pasó esa noche que no tengo ni ganas de recordarlo

―Me arruinaste el chiste…―se quejó DaeSung, pero volvió a reírse

―Tus chistes siempre se arruinan…―dijo Changmin suspirando

―Eso me hiso recuerdo. Dile a Junsu que venga a verme, es el único que se ríe a bien de mis chistes

―Es por que tiene tan mal sentido de la gracia como tú―se quejó un chico más alto que ellos apareciendo ahí. Changmin sonrió al verle.

―Pensé que no vendrías a despedirme

―Para nada, no iba a venir pero Jiyong me obligó…--dijo encogiéndose de hombros, Changmin hiso un puchero y luego aquel chico recibió un golpe en el brazo por parte de un chico castaño más bajito

―Si iba a venir, hasta sentimental se puso ahí arriba

―Cállate Jiyong―se quejó, él era el otro SeungHyun, estaba ahí porque tenía ciertos problemas de violencia, no había hecho daño a nadie pero perdía totalmente el control cuando se enojaba aunque claro ya estaba casi superado.

El chico a su lado era Kwon Jiyong, él había sido el primero en hablarle y controlarle en una de sus crisis desde el día en que llegó, era muy buena persona pero había tenido problemas para superar la muerte de su novia hace cinco años en un accidente de auto y claro también el trauma de estar en ese vehículo. Ahora parecía que pronto iba a salir, sólo ellos sabían que mantenía una relación con SeungHyun muchas veces se hacían hasta mofa de su extraña relación por lo complicado que era el más alto.

Ellos habían estado también a su lado, junto a aquel chico que se iba acercando ahora y su psicólogo Yoochun, aunque a veces creía que este estaba más loco que cualquiera en un manicomio.

―Hyung… ¿Te irás sin despedirte de mí?

―No Minho…esperaba a que salieras

―Pues ya estoy aquí―Minho le sonrió ampliamente y luego lo abrazó, hacia sólo unos meses se le había declarado de la manera más dulce, pero por obvias razones se vio obligado a rechazarlo.

Minho era un chico muy maduro y dulce pero apenas podía con el peso de haber perdido a sus padres de una manera tan trágica que según Yoochun nadie podía saberlo, nadie lo sabía aun pero Changmin estaba seguro que el que nadie más lo supiera ayudaba a Minho a olvidarlo con lentitud.

―De verdad los voy a extrañar…pero vendré a verlos y estén seguros que me tienen a mí cuando salgan de aquí―miró a DaeSung y a Minho que eran los que ya no poseían un hogar al cual regresar cuando salieran de ahí―Nunca duden en llamarme cuando lo necesiten, vendré en cuanto pueda acomodarme en la casa de Junsu y vendré con él…me van a hacer falta

―Piensa positivo―le dijo Jiyong abrazándolo, luego el resto se le unió.

Changmin secó las lágrimas que se formaron en sus ojos y sonrió.

―Vendré a verlos…adiós chicos.











Changmin comenzó a caminar por aquel lugar que ya casi había olvidado, vio todo como antes, la misma heladería donde tuvo la desgracia de conocer a aquel tipo.

La misma tienda enfrente a ese edificio en el que vivía, sólo que ahora había otras personas caminando y viéndolo como si fuera la octava maravilla del mundo. No era para menos seguía siendo tan lindo como hace años e incluso más, sus ahora largos cabellos bailaban contra el viento, unos mechones cayeron sobre su rostro, justo sobre sus ojos, hizo un puchero y los quitó.

Vio la entrada de aquel edificio, esperando que a quien quería ver durante estos cinco años apareciera de puro milagro ahí, pero nada aparecía…

Se sentó en las gradas de una de las puertas en frente, junto a aquella tienda y esperó.

Ya caía la tarde, cuando la puerta se abrió y salió un joven alto de cabello obscuro, de apariencia fuerte. Luego salió otro chico más bajo de cabellos negros y piel blanca.

Cuando Changmin lo vio sonreír así su corazón se estrujó contra su pecho, las lágrimas comenzaron a bajar por sus mejillas y sin poder resistir aquel horrible dolor que se apoderaba de él y salió corriendo, sin quererlo chocó con alguien y este le gritó mientras corría llamando la atención de aquellos dos chicos.

― ¿Changmin?













Junsu acarició los cabellos del menor y suspiró, no había peor cosa que ver a su primo en esas condiciones, así de destrozado y dolido.

―Junsu ah…nunca…ni los golpes de GangYeon me habían dolido tanto… ¿Por qué duele así? Junsu…no puedo más…―el mayor suspiró y no dijo nada, el menor se quedó dormido mientras lloraba y él se vio en la obligación de cargar a su pesado primo hasta la habitación que le había signado en su casa.

Cuando lo dejó durmiendo en su cama volvió a la sala y marcó el número del psicólogo de Changmin.

―Todo salió mal…lo vio con otro y está destrozado

― ¿Habló con él?

―No…pero dijo que su sonrisa lo decía todo. Lloró casi cinco horas seguidas

―Dígale que debe hablar con él, que le diga lo que siente aun cuando sabe que puede ser rechazado

¬― ¡¿Está acaso usted loco?! ¡Mire como se puso del sólo verlo! Si él le dice lo que siente y luego ese lo rechaza mi primo hasta es capaz de suicidarse

―No sea tan negativo, dígale que hable con él y si todo sale mal que venga conmigo sin dudarlo. ¿Acaso no cree que sepa lo que hago?

―Por supuesto que no, por muy psicólogo con título, postgrado, masterado, doctorado, diplomado y todos los títulos que haya sacado está usted en lo incorrecto. Se lo diré pero si él hace alguna locura usted deberá pagarme un BUEN psicólogo por lo que le pase a mi primo y de paso conseguirse uno usted

― Con todo gusto, pero nada saldrá mal. Si todo sale como usted me dice haré lo que me dijo incluso dejaré que me golpee, pero en caso de que todo salga bien aceptará una cena conmigo

― ¡¿Qué?!

―Aceptará una cena conmigo. Es un trato joven Kim

― ¡Escúcheme usted! ¡Yo en ningún momento acepté una locura como esa!

―Confió en que le dirá eso a su primo y luego me avisa que clase de comida quiere para la cena

― ¡Escúcheme! ¡Usted está pasando de la…! ―Junsu se quedó con la palabra en la boca cuando escuchó el tono indicándole que habían colgado. Miró el teléfono con rabio.

¡Él no quería una cita con el prepotente psicólogo de Changmin! ¿O sí la quería?

― ¡NO! ¡No! Y ¡No! ―Exclamó tomado su cabeza con sus manos. ¿Cómo podía siquiera dudar si la quería o no?

―Junsu…―Changmin apareció de repente en el pasillo, frotándose los ojos, secándose unas cuantas lágrimas que aún querían salir. El mayor suspiró y decidió jugar al azar.

―Tu psicólogo ese tal Park aprovechado hijo de su…―Junsu se ruborizo y golpeo su frente y la deslizó por su rostro. Changmin ladeo la cabeza y le miró―Dijo que deberías hablar con él, digo con Jaejoong, decirle de tus sentimientos sin importar si ahora vaya a rechazarte o no y en caso de que todo salga mal deberás ir a él inmediatamente sin dudarlo

―Si…que sea mañana…mejor el siguiente mes…tal vez el siguiente año…o mejor nunca―Changmin se sentó en el sillón y suspiró―No estoy preparado para afrontar el que me rompan el corazón de esa manera cuando ya lo tengo en sobre aviso, dile a Yoochun que no lo haré

―Changminnie…sé que duele, créeme, sentí algo parecido cuando HyukJae terminó conmigo pero pude hablar con él y decirle que lo amaba y que intentaría olvidarlo por el bien a mí mismo. Y mírame ahora, estoy bien, estoy vivo y no eh muerto por ello. Si según tú yo soy débil y pude hacerlo tú también podrás…

― ¿Tú crees hyung?

―Por supuesto…además es bueno soltar tus sentimientos aunque luego te vaya a doler, además yo, Yoochun, Jiyong, DaeSung, Minho, SeungRi e incluso SeungHyun te ayudarán a superarlo. No estás sólo

―Gracias hyung…y… ¿Por qué ibas a insultar a Yoochun hyung? ―Junsu se sonrojo fuertemente al recordar lo de la cita

―No quiero hablar de eso ahora…sólo si es que vas parar con él si es que algo sale mal dile que es un idiota

―Él ya lo sabe sin necesidad de que yo se lo diga hyung…―dijo Changmin, Junsu rió y suspiró para luego mandarle a dormir que necesitaría muchas fuerzas para lo que fuera a suceder mañana.











Changmin apretó sus puños fuertemente miró al cielo y soltó un suspiró.

Sentía unos nervios terribles, su estómago se contraía y hacía nudos de todo el miedo y nervios que tenía.

Entró a aquella tienda y saludo amablemente.

―Buenos días señora Han

― ¿Changminnie? ¡Cariño! ―le saludo aquella mujer ya un poco más mayor, mirándole alegre mientras salía de tras el mostrador y lo abrazaba―Tantos años sin verte. Te juro que me asusté mucho cuando los policías dijeron que lo habías asesinado. Creí que iban a meterte preso, fui hasta a declarar de lo que le veía hacerte y tenía miedo decir por lo que pasó con mi hijo… ¿Por qué desapareciste tantos años?

―Estaba en recuperación por los traumas que viví con él y el trauma de haberlo matado…―dijo suavemente bajando la cabeza

―Nadie te lo reprocha niño, ese hombre era un animal y merecía morir por lo que te hiso, además tu sólo te defendiste antes de que te matara…aigoo no recordemos eso ahora ya ha pasado mucho tiempo y ahora estas bien ¿Verdad?

―Si…pero…señora Han ¿Usted sabe algo de Jaejoong?

―Joongie…si, sigue viviendo ahí, ya debió salir a trabajar, justo después de que yo fui a declarar a tu favor me comentó que postulaba a un trabajo de medio tiempo en un restaurante en la otra calle y también entró y ya terminó la universidad, está preparando su tesis y aceptó el tiempo completo como cocinero en el mismo restaurante…olvidé el nombre de este pero está en la otra calle, la que va al centro

―Gracias señora Han, se lo agradezco mucho

―Claro muchacho, ¿Cómo no ayudar a alguien tan lindo como tú? Vaya, ándale y busca a Joongie, ayer me preguntó si te había visto…

― ¿Preguntó por mí?

―Sí, no quiso entrar en detalle pero mencionó que pensó haberte visto correr, se le veía preocupado

―Ya veo…gracias de nuevo señora Han

―De nada Changminnie, ven cuando quieras

―Si…hasta luego―Changmin salió del lugar con el corazón latiéndole fuertemente contra el pecho otra vez. ¿Le había visto?

¿Acaso no estaba muy ocupado con su noviecito como para fijarse si él pasaba por ahí?

Los celos comenzaban a apoderarse de él sin remedio alguno. Llegó a aquel restaurante y suspiró, había mucha gente, no planeaba ir y gritar exigiendo ver a Jaejoong gritarle en la cara que lo amaba y que este le dijera que estaba con su sexy novio de seguro boxeador.

Se sentó en una mesa y esperó a que algún mesero o algo vinieran y preguntar si Jaejoong estaba ahí.

―Buenas tardes, ¿Qué se va a servir? ―Changmin levantó el rostro a punto de decir que nada y preguntar por su pesadilla que se pavoneaba en sus pensamientos pero se quedó sin palabras al reconocer al chico que salía del apartamento de Jaejoong ayer.

Se le quedó viendo perdido varios segundos y un sonrojo se alojó en las mejillas del otro chico al sentirse tan observado.

―E-etto yo…―sacudió su cabeza al haberse escuchado tan infantil con ese estúpido ‘etto’ buscó algo que pedir rápidamente―Un pastel de fresas con chocolate…y un vaso de leche―dijo rápidamente ya sin mirarlo, sentía que si lo volvía a mirar se le lanzaría encima y le gritaría entre llanto que cuidara mucho de quien amaba. Pero eso sería catastróficamente ridículo.

―Enseguida…―anotó y salió disparado a la cocina sacudiendo su cabeza varias veces.

―Un…pastel de fresas con chocolate y un vaso de leche… ¡LeeTeuk! ¡Prepara un vaso de leche!

― ¡Si jefe! ―exclamó el muchacho que adornaba un capuchino con más crema de la necesaria

― ¿Y a ti que te pasa Yunho? ―preguntó viendo que parecía no reaccionar, le chasqueo los dedos en frente y este sacudió su cabeza de nuevo, iba a entregarle el papel de la orden pero se dio cuenta que la no lo traía en las manos y Jaejoong lo tenía en las suyas

―Un chico…no sé…es muy bonito, tiene esas caras de modelos de revista con una nariz perfecta y…

― ¿Te gustó a primera vista? Yunho no eres feo y hasta me atrevería a decir que también entras en categoría de modelo de revista y…

―No, no es eso. Es que le tomé la orden y cuando se dio la vuelta y me miró sentí que me viera como si me conociera y estuviera sorprendido de verme, me sentí incomodo al verme tan observado y luego noté que su mirada era como si le hubiera hecho algo malo…

― ¿Está orden le pertenece a un chico?

―Sí… ¿Por qué? ―Jaejoong miró el papel entre sus dedos y luego miró a su amigo

― ¿Cuán grande era?

―No sé…supongo que un poco menos que nosotros aunque su carita le pertenecía a un chiquillo

―Pastel de fresas y chocolate…leche…

― ¡Aquí está la leche! ―exclamó LeeTeuk poniéndola en la bandeja junto a dos sobres de azúcar y una cucharilla con un osito

― ¿Por qué esa cucharilla? ―preguntó el ayudante de cocina Heechul. LeeTeuk sonrió.

―Sólo los niños piden leche…―dijo seguro. Jaejoong miró a LeeTeuk

―Heechul…corta un trozo del pastel de fresas que acabo de sacar de horno…―dijo suavemente Yunho lo miró un poco asustado. El moreno estaba actuando extraño.

―Pero el otro no se acaba todavía

―Sólo hazlo―Heechul se encogió de hombros y lo hiso, colocó el pastel en un platillo celeste

― ¿Le coloco la servilleta infantil?

―No lo hagas…fue un chico ya grande el que pidió esto―dijo susurrante LeeTeuk abrió sus ojos sorprendido e intentó quitar la cucharilla de osito que colocó junto a la leche―Deja esa cucharilla ahí…―dijo cortante, LeeTeuk decidió obedecer y sólo esperó a la orden de algún otro mesero.

―Bueno...iré a dejar…―antes de que Yunho levantara la bandeja Jaejoong se quitó su delantal y tomó la bandeja, saliendo con ella.

Ante el extraño acto de Jaejoong todos se miraron y se pegaron a la ventanilla a ver qué era lo que le pasaba al cocinero, Jaejoong no salía de la cocina desde que había entrado a ella, esto era extrañamente anormal.

Le vieron caminar hacia la mesa donde aquel chico miraba la ventana arrugando una servilleta en sus manos, notaron que lloraba porque utilizaba esa misma servilleta para secarse los ojos, aunque su cabello castaño ya largo no les dejaba ver mejor su rostro, miraron a Jaejoong a casi menos de un metro del chico y se comenzaron a empujar para ver mejor lo que sucedía.

―Phsss DongHae, quítate―dijo Heechul empujando al cajero que volvió a su posición

―Para nada, no voy a perderme de la exclusiva de Jaejoong saliendo de la cocina a atender como mesero a alguien luego de casi tres años.

Changmin miraba la calle, esperaba a que aquel mesero apareciera para de verdad decirle que cuidara de Jaejoong y que no le mencionara siquiera que lo había visto.

Las lágrimas salían sin querer de sus ojos y se veía obligado a secarse las cristalinas gotas con la servilleta que ya se estaba deshaciendo de lo mojada que estaba. Suspiró.

―Aquí está su orden…

―Gracias...disculpa…―dijo Changmin sin siquiera levantar la mirada. Jaejoong no podía confundir ese timbre de vos, el color de sus cabellos y mucho menos esa manera en la que sus manos jugaban. En un principio dudaba, pero no conocía a nadie más que Changmin que ordenara Leche con un pastel de fresas con chocolate a su edad.

Se sentó en frente de él pero este no lo miraba, sin quererlo recordó cómo conoció a Changmin.

Fueron días después de que el menor conociera a GangYeon, se hicieron conocidos sin querer pero Jaejoong sintió una irremediable atracción hacia él desde que lo vio, sabía que él empezó una relación con él y se sintió celoso de que aquel poseyera a alguien tan precioso como Changmin.

Supo cuando empezó a golpearlo por sus celos absurdos porque vivía justo a su lado y pudo escuchar los gritos de terror de Changmin esa vez y también las siguientes, nunca llegaba al grado de dejarlo inconsciente por eso fue que la vez que Min fue a parar al hospital procuró cuidarlo.

Pero aquella vez no pudo refrenar sus sentimientos y sentía que en parte fue su culpa que Changmin terminara asesinando a aquel tipo porque había descubierto que estuvieron juntos.

―Perdón por molestarle en sus horas de trabajo pero…―esperaba que hablara, que le preguntara por él y él podría decirle que siempre lo estuvo esperando, esperando que se recuperara y que viniera a él para decirle que esta vez sí lo amaba―Yo…yo te vi con…con Jaejoong ayer y…―el mayor ladeó un poco la cabeza ¿Qué iba a decirle el menor? ―Y…quería pedirte que por favor cuidaras de él…yo lo quiero mucho―un sollozo―demasiado para ser verdad…y no me gustaría que él sufriera, por favor corresponde sus sentimientos…no le diga que vine a decirle esto…pero dígale que alguien…alguien fue un tonto al no darse cuenta pero lo ama mucho después de tanto tiempo…que ahora lo siento yo pero lo amo…y me alegra que sea feliz…

― ¿Qué crees que estás diciendo Changmin? ―dijo dolido, las lágrimas comenzaron a salir de sus ojos. No entendía porque Changmin le decía aquello. Él pensaba que se lo decía a Yunho pero…

¿Por qué tendría que decirle esa clase de cosas a él?

Hablaba como si Yunho y él tuvieran un relación y…

―Jae-Jaejoong ah…―Changmin lo miró con sus ojos muy abiertos y parpadeo varias veces, luego volvió a bajar la cabeza―Me alegra que seas feliz Jaejoong hyung…sólo…quería decirte que descubrí muy tarde que te amaba y que…si tú eres feliz ahora no importa como yo voy a olvidarte y…al menos intentaré ser feliz aunque sea lejos de ti. Gracias…por haber sido capaz de querer inculparte por mí…yo…no pude ver mis sentimientos aquella vez y me lamento porque tal vez hubieras estado a mi lado y esto no estaría pasando…lo siento…siento hacerte pasar molestias

Changmin se levantó sin dejar al mayor si quiera reaccionar del shock emocional que ahora tenía, sólo reaccionó cuando vio al menor corriendo al otro lado de la ventana.

Yunho, DongHae, LeeTeuk y Heechul se miraron entre sí confundidos…entonces Yunho comenzó a entender un poco más lo que sucedía cuando Jaejoong salió corriendo tras el otro chico.

―Él es Changmin

― ¿Él chiquillo ese? Ya…pero ¿Quién es exactamente él? ―preguntó Heechul haciendo un puchero. No recibió respuesta.











Yoochun escuchó el timbre de su apartamento sonar y puso una cara de sufrimiento. Su cena se había jodido oficialmente, lamentablemente no podría culpar a pobre Changmin de ello.

Suspiró y bajó a abrir el mismo, pero cuando iba a media escalera vio a otro chico que él no conocía llegar corriendo. Una sonrisa se apoderó de sus labios.











Jaejoong miró a Changmin y se detuvo, el pobre estaba deshecho en lágrimas, su respiración era irregular y apenas podía mantenerse en pie.

Se acercó y lo tomó del brazo para meterlo al callejón junto al edificio en el que el menor se había detenido. Lo acorraló contra la pared de golpe.

El menor se sintió desubicado, a penas su mente podía llegar a él frente al edificio de Yoochun esperando le abriera y poder llorar a sus anchas mientras Junsu aparecía y lloraba en brazos de ambos, pero eso no sucedió y ahora estaba acorralado en un callejón y apenas podía ordenar sus ideas.

No pudo terminar de ordenarlas porque notó que Jaejoong lo miraba fijamente con los ojos cargados de lágrimas.


―Eres un completo tonto Changmin ah…te juro que iba a golpearte pero no puedo soportar que llores así…

―Hyung ah…vete…ya tienes a alguien, no te preocupes por mí. Yo…yo voy a estar bien…―Changmin cayó de rodillas al suelo y comenzó a sollozar―A quien quiero engañar…no voy a estar bien…maldición…―dijo bajito cubriendo su cara con sus manos. Jaejoong bajó hasta él y lo cogió por los hombros abrazándolo

―N-no quiero…no quiero que vuelvas a decir algo así, no quiero que vuelvas a decir que intentarás olvidarme porque te juro que esta vez sí te voy a golpear…no sabes lo mucho que me dolió que te entregaras…no fui capaz de verte porque no quería sentirme rechazado, quería que me amaras…que al menos lo intentaras y estaba casi seguro que lo hacían cuando no dejaste que entregara por ti y cuando me miraste con los ojos rojos de tanto llorar…pero no pude ir a ti porque temía que sufrieras al sentirte presionado por mí. Prefería esperar…siempre supe que era lo que hacías en aquel lugar, supe de tus amigos, pero no quería ir a verte porque quería que tú vinieras a mí…ya estás aquí…ya me dijiste lo que sentías….

―Jaejoong…pero…pero…tú estabas con ese chico y…y yo pensé que…

― ¿Yunho? Él es mi amigo y justo ese día le conté lo que pasó entre nosotros…cuando te vi correr quise ir tras tuyo pero tuve miedo de estarme equivocando, cuando le pregunté a la señora Han y me dijo que no te había visto desde hace muchos años perdí la esperanza de que fueras tú. Cuando Yunho me dio tu orden mi corazón me dijo que eras tú

― ¿Mi orden?

―Seamos sinceros Minnie…eres el único que a tu edad pide leche, hasta LeeTeuk puso cucharilla de osito a tu vaso porque estaba seguro de que eras un niño

― ¿Te estás burlando de mí acaso?

―Para nada, me gusta que nada de eso haya cambiado, que sigas siendo tan inocente como antes, me alegra que hayas vuelto…

―Sigo sorprendido…y aun no me creo que esto esté pasando…hyung…dime que esto es cierto y no me desmayé mientras venía corriendo para acá.

Jaejoong sonrió y separó al menor lentamente, viendo que aún de sus ojos seguían saliendo lágrimas, no es como si pudiera detenerlas pero era preocupante seguir llorando así.

―Te amo…―dijo suavemente para luego unir sus labios con los de Changmin. El menor sintió muchas cosas, después de todo el último beso que recibió de Jaejoong fue hace cinco años justo después de que hicieron el amor y ya casi había olvidado lo dulce que sabían sus labios.

Jaejoong por su parte recordaba a la perfección el sabor de sus labios, estos siempre sabían tan dulces como la miel aunque hayan pasado tantos años su sabor no cambiaba en lo absoluto.

Los brazos de Changmin rodearon su cuello y las manos de Jaejoong abrazaron su cintura.

El beso tomó más intensidad y Changmin terminó con la espalda apoyada en la pared otra vez.

―Hay no me digan que lo van a hacer en un callejón…creí que había sido un buen psicólogo durante estos cinco años…pensaré en volver a tomar la universidad.

Ambos se separaron rápidamente y Changmin sintió unas enormes ganas de matar a Yoochun como nunca antes por las siguientes razones:

1. Por inoportuno
2. Por idiota
3. Por hacerse al gracioso

―Mejor deberías ir pensando en correr…porque aunque seas mi hyung, mi psicólogo y todo eso…voy a matarte por ser tan inmaduro―Changmin miró afiladamente a Yoochun y este sonrió ampliamente

―Tranquilo, sólo venía a ver si todo había ido bien, llegué a tiempo porque él―señaló a Jaejoong―iba a meter sus manitas en tu cuerpito y ahí terminan haciendo algo no apto para todo público en un callejón, si estuvieran al fondo tal vez nadie los vería pero hasta la señora del anticuario de en frente se pegó al escaparate para ver mejor lo que hacían―Changmin y Jaejoong se miraron y miraron por detrás de Yoochun, donde efectivamente había un anticuario y efectivamente había una viejita pegada al escaparate―Estas viejas pervertidas de ahora…―dijo Yoochun negando con la cabeza. Changmin ya no sabía si agradecerle o no.

Jaejoong sonrió y abrazó a Changmin dulcemente.

Yoochun sonrió ampliamente, tomando su celular y marcando un número para luego esperar a que le contestaran.

― ¿Comida China, japonesa o coreana? ¿O prefieres vietnamita?













Jaejoong sonrió ampliamente cuando un grupo de seis chicos corrían a abrazar a Changmin tirándolo al piso cuando lo alcanzaron.

Nadie se quejaba por la caída excepto un chico que estaba siendo aplastado por casi todos.

― ¡No te quejes hyung! ―exclamó uno de cabello castaño y una sonrisa amplia

―Eres una vaca DaeSung por eso me quejo

―Exagerado…

―Y-Yo debería quejarme…todos están sobre mí y creo que me rompí un hueso… ¡Un momento! ―Changmin miró a uno de los chicos que sonreía ampliamente, tenía una sonrisa bonita y sus ojos se cerraban casi por completo al reír― ¡¿Dónde rayos estaba YungBae cuando yo me fui?!

―Tenía terapia…―dijo borrando su sonrisa. Jiyong sonrió y habló.

―Se puso a llorar toda la tarde porque no pudo despedirse de ti

― ¡Eso es mentira!

―O claro señor: “Waaa…Changmin ah se fue y no pude darle un abrazo del oso para que recordara hasta que volviera” ―imitó DaeSung tratando de sonar como el chico que estaba a unos centímetros que él, Changmin rió abiertamente y miró a Jaejoong que los miraba enternecido.

―Chicos…antes de que me rompan algo más…quiero presentarle a alguien y contarles todo aquello que no les conté

―Genial, al fin nos dirá porque decapitó a su abuela

― ¡DaeSung! ¡El jamás decapitó a su abuela! ―exclamó Minho, él era el único aparte de Jiyong y Yoochun que sabía porque había terminado en ese lugar.

―Decía, jamás supe porque estuvo tantos años aquí y se despertaba llorando diciendo que mató a alguien, además unos de los del quinto piso me dijo que decapitó a su abuela

―DaeSung, utiliza tu cerebro por una vez en tu vida por amor a Dios―exclamó SeungHyun―Los de quinto piso se inventan cualquier tontería para llamar la atención. Sólo alguien como tú podría creerse las estupideces que ellos dicen

―Oye…no sea tan malo conmigo, se veía convencido de lo que decía

―Bien…mejor vamos a la sala de visitas porque los guardias empezaran a creer que están intentando asesinarme para huir

―Changmin ah…tienes mucha imaginación―dijo SeungRi levantándose, ayudó a levantar a DaeSung y SeungHyun soltó un suspiro de alivio, Minho se levantó después ayudando a Changmin junto a Jiyong YungBae se quejó.

―Dios…DaeSung dile a las de la cocina que no te aumenten postre, pesas más que una morsa

― ¡Ya! Y tú como sabes lo que pesa una morsa

―En el documental que nos hicieron ver de vida marina decía que llegaban a pesar toneladas, no tengo ni idea de a cuantos kilos equivale una tonelada pero sé que es mucho y también sé que tú estás muy gordo

― ¡Oye, estoy hasta más flaco que tú!

―Lo mío son músculos, no hables de pura envidia

― ¡Ya cállense ustedes! ―dijo Jiyong ya exasperado, sonrieron avergonzados y comenzaron a caminar.

Cuando llegaron al lugar Changmin se sentó a la cabeza junto a Jaejoong y suspiró.

―Chicos, él es Jaejoong…―dijo sonriente―Hyung…ellos son de quienes te hablé

―Hola, soy Jiyong…―dijo sonriente, Jaejoong hiso una pequeña reverencia con la cabeza

―Yo soy SeungHyun…―dijo luego con una cara un poco sospechosa, mirando las manos de ambos chicos entrelazadas. Jaejoong repitió su anterior acción.

― ¡Yo soy DaeSung!

―Yo soy SeungHyun…pero mejor dime SeungRi

― ¡Mejor dile pandita!

― ¡Ya cállate DaeSung! Hola, yo soy YungBae

―Yo…soy Minho…―Jaejoong le saludo de la misma manera a todos y luego tomó asiento junto a Changmin que sin soltar su mano, comenzó a relatar aquello que había sucedido desde que conoció a aquel chico en la heladería y como habían comenzado una relación hasta que él terminó siendo golpeado contra una pared mojada por simplemente haber agradecido a un chico que le ayudo a levantar una manzana que había caído de sus bolsas.

¿Cómo iba él a saber que ese chico tenía otras intenciones?

Los otros escuchaban con atención lo que Changmin decía a veces deteniéndose para no llorar, mientras Jaejoong apretaba su mano para que no cayera ante los fantasmas de su pasado.

Todos parecían muy sorprendidos por todo aquello que el menor tuvo que soportar, incluso veían sus problemas pequeños al ver la cara de Changmin al contar las veces que estuvo cerca de morir en su propio charco de sangre y tenía que volver con él por miedo a que lo matase.

Hasta que una sonrisa se asomó al rostro de Changmin cuando mencionó el día en que Jaejoong le dijo que lo cuidaría, todos estaban casi con la boca en el piso, incluso Jiyong que no sabía los por menores de la trágica historia de Changmin.

Cuando Changmin llegó al día en que se entregó a Jaejoong sus mejillas tomaron un color fuertemente rojo, todos rieron y el los miró con un puchero para resumir todo diciendo que hicieron el amor y luego mató a golpes a GangYeon porque lo iba a matar por haberse acostado con Jaejoong.

―Ya no entendí mejor entras en detalle―dijo DaeSung, parecía que estaba escuchando el relato de una película y si tuviera palomitas de maíz de seguro que hubiera empezado a comerlas.

―Mejor que entre en detalles luego de que…bueno de que lo hicieron―dijo SeungRi con un fuerte sonrojo en sus mejillas. Changmin sonrió y habló.

Cuando llegó al momento en que vio el cuchillo en la mano, Jaejoong bajó la cabeza, comenzando a imaginarse como Changmin corría para protegerse de una muerte segura, como del puro miedo y pánico tomaba la lámpara de piso y comenzaba a golpear a GangYeon hasta matarlo.

―Luego me trajeron aquí, me dieron como paciente a Yoochun y ahora estamos aquí―dijo suspirando para luego mirarlos…

―Ahora explícanos que pasó luego de que te fuiste…―dijo SeungHyun sorprendido. YungBae asintió y Changmin suspiró contándoles lo que había sucedido hasta el día de hoy.

― ¿Entonces ya son novios? ―preguntó SeungRi colocando una expresión confundida en sus facciones, Jaejoong sonrió ampliamente al ver el sonrojo en las mejillas de Changmin

―Si lo somos…―su sonrisa se hiso un poco menos amplia cuando vio al chico ese Minho bajar la cabeza y suspirar pesadamente para luego colocar una sonrisa irónica en sus labios.

Ahí había gato encerrado.

―Eso es bueno…―dijo Jiyong acomodando la gorra en su cabeza. DaeSung suspiró y miró a YungBae

―Y tú dices que el que tu hermano te golpeara fue grave…que cobarde que eres. A Changmin le golpearon muchas veces y aguantó todo eso…

― ¡¡Ya cállate DaeSung!!












―Para estar yendo a una cita a la cual no quieres ir te estas arreglando demasiado―dijo Changmin acurrucándose en el pecho de Jaejoong mientras veía a su primo peleándose con escoger varias corbatas

― ¡Todo es tú culpa! ―le señaló acusadoramente con el dedo― ¡También tuya! ―señaló a Jaejoong, los dos se miraron

―Ya perdió un tornillo…―susurró Jaejoong

―Hace mucho perdió el primero…ahora los perdió todos…

― ¡¡Ya dejen de hablar como si no estuviera aquí!!

―Creo que ya perdió hasta el cerebro…

―Si tú―volvió señalar a Changmin―hubieras decidido suicidarte o hacer de tu vida un desastre o si quiera tú―señaló a Jaejoong―hubieras mandado a mi primo al demonio esto no me estaría pasando, no estaría yendo a una cita en este momento―Resopló, Changmin y Jaejoong volvieron a mirarse sin saber qué era lo que le pasaba― ¡O mejor! Si ustedes dos no se hubieran acostado y mejor hubieran huido juntos Changmin no hubiera asesinado a ese tipo y lo habría mandado al quinto infierno a lamparazos y no hubiera ido a parar a ese lugar teniendo como psicólogo a ese idiota y cinco años después no tendría que verme obligado a salir con él ¡Todo es su culpa!

―Ok…Junsu, deja de culparnos como si nosotros hubiéramos hecho algo malo y…―Jaejoong se calló y miró a Changmin

― ¡¿Saldrás con Yoochun?!















― ¿Qué ordenarás?

― ¡Déjame ver el menú! ¡Le diré lo que ordene al mesero no a ti estúpido narcisista, cretino, extorsionista…!

―Deja de insultarme o me veré obligado a callarte…

― ¡¿Quién demonios te crees tú para intentar cal…?! ―Yoochun optó por callarlo besándolo, Junsu se quedó de piedra aun cuando el moreno se había separado de él―Dime que no hiciste eso

―También podría decirte que te besé y no me arrepiento de ello

―…―














― ¡¡¡Por la….!!! ¡¡Y la maldita…!! ¡Hijo de su…! ―Jaejoong estaba a punto de sacarse los cabellos mientras lanzaba insultos incompletos a todo lo que le aparecía en frente.

Luego de un rato entró Yunho.

―Jae, un pastel de chocolate y un vaso de café con…

― ¡¡¡Fuera de aquí!!! ―Yunho abrió los ojos muy asustado, salió corriendo poniendo en aviso al resto del equipo.

―No entren a la cocina, si van a hacerlo que sea bajo su propio riesgo, dudo que el restaurante vaya a pagar los gastos médicos así que mejor no se arriesguen

― ¿Qué pasó?

―Tenemos un Jaejoong celoso a punto de explotar, así que mejor cuídense…

―Esto es malo…―susurró LeeTeuk escuchando un plato romperse ahí adentro

― ¿Qué pasó esta vez? ―preguntó Heechul confundido mirando a DongHae que se encogió de hombros.

―No tengo ni la menor idea…pero estoy seguro que son sus celos absurdos otra vez…

―Changminnie es un pan de Dios…Jaejoong es un exagerado―dijo Heechul girando los ojos para luego ver la puerta abrirse, todos se arrinconaron en una esquina del mostrador viendo aterrados a Jae el destripador salir con la orden.

―Aquí está el pastel…―dijo poniéndolo en el mostrador, volvió a darse la vuelta pero antes de entrar la canción de las Wonder Girls terminó y comenzó una de Kangta. Jaejoong dio vuelta mirando la pantalla del televisor con una mirada tan tenebrosa que hasta el mismo Freddy Krugher hubiera temido.

―Oh por Dios…sálvese quien pueda―dijo LeeTeuk escondiéndose en el suelo tras las piernas de todos. Medio restaurante comenzaba a temer por sus vidas ante la horrible mirada del cocinero.

Cuando este luego de cambiar de canal volvió a entrar a la cocina todos suspiraron aliviados.

―Tú crees qué…―dijo Yunho mirando a Heechul, este asintió con la cabeza para luego girar los ojos

―Ahora tiene celos de Kangta… ¿Qué demonios habrá pasado? ―Luego de un horrible día de trabajo debido al humor de perros de Jaejoong todos suspiraron aliviados cuando cerraron el restaurante. Changmin estaba ahí comiendo un helado de fresas a las once de la noche, no entraba a la cocina porque sus amigos le habían dicho que Jae el destripador que casualmente era su novio podía sacarle la cabeza si entraba.

Él sólo les hiso caso, ignoraba por completo que en parte por él se debía el humor del mayor.

―Ahora quiero uno de mora…

―Vas a acabarte el helado si sigues así, además cogerás un resfriado por comer algo frío a estas horas y en pleno invierno―dijo LeeTeuk con un tono de reproche

―Aquí está calientito, si luego tomo un vaso de leche no me pasará nada

―Changminnie…―suspiró Heechul.

― ¡Yo me voy de aquí! ―exclamó DongHae aterrado cuando vio las luces de la cocina comenzar a apagarse, todos emprendieron la huida, porque sabían que cuando Jaejoong saliera con su humor de perros Changmin le preguntaría que le pasaba y Jaejoong sacaría sus celos infantiles al aire convirtiendo el lindo humor de hoy en un humor peor al de Jaejoong, eso terminaría en gritos y Changmin le reprocharía algo, Jaejoong seguirá empujando sus celos absurdos hasta que ambos estén enfrascados en una pelea que no concluirá hasta que Changmin grite que está harto de lo infantil que es su novio y luego Jaejoong gritara que él es más infantil, le tiraría encima lo de la leche y Changmin se irá luego el mayor terminaría corriendo tras él hasta alcanzarlo disculparse por ser tan infantil y esto terminaría con ambos enredados entre las sábanas obligando a Junsu a llamar a Yoochun por lo escandalosos que son esos dos.

―Maldito Kangta y su…―Jaejoong salió resoplando y vio a Changmin con la cuchara en la boca sentado en una de las mesas.

― ¿Te sucede algo hyung? ―preguntó inocentemente mientras le veía acercarse a él. El mayor comenzó a enrojecer y gritó

― ¡¡Si me pasa algo!! ¡¡Pasa que mi novio es un tonto fanboy de un tonto artista llamado Kangta!! ¡¡Está jodidamente enamorado de ese feo viejo cara de sapo y hasta parecerse a él quiere!!

Changmin entrecerró sus ojos y hasta el helado le supo amargo al escuchar aquella estupidez

―Por amor a Dios…esto sobre pasa lo que soy capaz de soportar…―dijo girando los ojos

― ¡¡ ¿Acaso crees que para mí es hermoso aguantar tu insufrible cara de enamorado al ver a ese feo?!! ¡¡ ¿Crees acaso que puedo acostumbrarme a que Minho te mire como fangirl enamorada cada vez que te ve?!!

― ¡¡¡Deja de ser tan infantil!!!

― ¡¡A claro!! ¡¡Ahora quieres que me calle!! ¡¡Qué soy infantil!! ¡¡Tú lo serás al estar tan colgado de ese feo!!

―¡¡A claro y yo salto feliz en una pata al verte con ese horrible decano!! ¡¡Claro yo me tengo que tragar el cuento sólo revisa mi tesis!! ¡¡Se nota que quiere otra cosa!!

― ¡¡Ya!! ¡¡Y tú qué, sigues empujando el dulce y de todos los colores amor de Minho hacia ti dándole tanta atención!! ¡¡ ¿Acaso crees que no me di cuenta?!!

― ¡¡Estoy harto de que seas tan infantil!!

― ¡¡Yo estoy más harto de que te andes pavoneando frente a Minho!! ¡¡Ese chico ya no da de la baba que tira por ti y tú sigues dándole alas cuando tienes novio y ese novio soy yo!!

― ¡¡Eres un completo imbécil!!

― ¡¡Tú eres el imbécil!! ¡¡ ¿Qué tiene de bueno ese Kangta que no tenga yo?!!

― ¡¡¡Eres un idiota infantil!!!

― ¡¡¡Tú eres más infantil!!! ¡¡Niñito que aún pide leche!! ―Changmin cerró los ojos fuertemente y se dispuso a irse rápido de ahí antes de golpear a Jaejoong.

Cuando estaba ya a dos cuadras Jaejoong llegó hasta él deteniéndolo por el brazo

― ¿Qué quieres?

―Perdón…por ser tan infantil…es que realmente me pica que andes tan pegado al tal Kangta…

― ¿Era razón para que terminaras aterrorizando a medio restaurante todo el día?

―Ya sé que no…pero…

―Sin peros, siempre haces esto…yo también tengo celos y lo admito pero puedo confiar en ti, estar seguro de que me quieres lo suficiente como para no desconfiar. Pero tú no confías en mí… ¡Ni siquiera con un artista! Puede que Kangta me guste pero yo no puedo sentir por él lo que siento por ti y me choca que vengas y dudes de mis sentimientos así luego de todo lo que tenemos que pasar―Jaejoong bajó la cabeza y Changmin comenzó a caminar.

―Eso es nuevo…creo que Changminnie perdió la paciencia…―susurró Heechul mientras veía a Jaejoong quieto, viendo como Changmin caminaba sin mirar atrás

― ¿Cómo no perderla? ―dijo LeeTeuk

―Esta vez exageró demasiado…―dijo DongHae y Yunho sólo esperaba a que Jaejoong se moviera de una buena vez. Estaba viéndose obligado a lanzarle a LeeTeuk justo cuando al fin lo vio suspirar y echar a correr.

Jaejoong comenzó a correr, tuvo que hasta llegar al pasillo del apartamento que compartían Junsu y Changmin para detenerlo.

―Changminnie…de verdad lo siento…sé que esta vez me pase con mis celos y es que no puedo evitarlo…―Changmin le miró con sus ojos totalmente brillosos y Jaejoong lo empujó contra la pared más cercana―No quiero que mires a alguien más que no sea a mí…sólo quiero tenerte para mí…suena egoísta pero no me gusta tener que compartirte…eres mío y de nadie más…pero jamás llegaría a hacerte daño como lo hiso GangYeon―Changmin suspiró y dejó que Jaejoong se apoderara de sus labios mientras sacaba de su bolsillo la llave y abría a duras penas la puerta.

Estando adentro chocaron con una mesa y con el sillón mientras no podían dejar de besarse hasta que…

―Yoochun ah~

Ambos se separaron abruptamente y miraron al pasillo, donde escucharon un gemido proveniente de una de las habitaciones…se miraron con las mejillas totalmente rojas.

―M-Mejor vamos a mi apartamento…―dijo Jaejoong tomando de la mano de Changmin que asintió enérgicamente con la cabeza. No estaba dispuesto a escuchar el concierto que el YooSu tenía planeado esa noche.

Cuando llegaron al apartamento de Jaejoong no resistieron cuando la puerta se cerró y cuando llegaron a la habitación ya iban desnudos.

―Te amo…

―Yo también…


¿Fin? xD

Blue Moon

Título: Blue Moon

Autor: Akahana_Sakura

Pareja: YooMin

Género: Slash, Lime, Songfic

Nota: Blue Moon es una canción de los 50’s si no me equivoco.



Luna azul
Me viste sólo
Sin un sueño en el corazón
Sin un amor mío


Un suave suspiro salió de los labios de Yoochun, miró al cielo totalmente estrellado y bajó la mirada, perdida en el mar.

La luna llena de tono azulado iluminaba la noche con dulces rayos plateados/azulados, el mar se movía acompasadamente mojando la arena y un poco sus pies que tocaban esta. El frío de la noche para él parecía no sentirse.

Una lágrima se deslizó por su mejilla, recorriendo su mejilla derecha lentamente, llegando a su mentón perdiéndose en la arena.

Su mirada triste dio vuelta para ver a sus compañeros.

Jaejoong abrazaba a Junsu y este parecía muy feliz.

Yunho estaba pegado al teléfono de seguro hablando con Heechul.

Y él estaba sólo sentado en la arena, sintiéndose tan vacío que el corazón se le partía en mil pedazos.

Todos tenían a alguien más, menos él.

Estaba casi seguro que hasta Changmin tenía a alguien por esas sonrisas perdida y esa mira brillante que le dolían a extremos insospechados.

Él también quería tener a alguien, alguien en quien pudiera depositar su corazón, tener una esperanza, una ilusión alguien a quien poder amar.

Luna Azul
Sabes bien por qué estaba ahí
Me oíste rezar
Para tener a alguien a quien amar

Se sentó en la arena a observar la luna una noche más.

Esta parecía tan gélida y fría como antes…tan igual a sus sentimientos congelados sin poder dar el amor que intentaba dar.

Se odiaba a si mismo por ser a veces tan cobarde y no poder decir lo que sentía y no aparecía quien pudiera quitarle ese dolor.

Pidió una vez más al cielo estrellado le diera a alguien la misión de sacarle de ese poso tan profundo en el que se había metido.

Suspiró suavemente abrazando sus rodillas contra su cuerpo, unas lágrimas escaparon de su rostro.

Odiaba ese dolor que se colaba en su alma como cuando se sentía rechazado o no correspondido.


Y de repente apareció frente a mí
El único al que podría abrazar


Un nuevo suspiro nació y se desvaneció en el aire, su mirada se perdía en el mar.

No sentía frío.

Unos pasos tímidos e inseguros comenzaron a acercarse a él, no se inmuto y no fue capaz tampoco de alejarlos porque sabían a quien le pertenecían.

Changmin llegó a su lado.

―Hyung ah~ hace  frío ¿Por qué no entramos adentro? ―preguntó hincándose a su lado para estar a su lado. Yoochun dio vuelta mirándolo lentamente.

¿Por qué justo ahora sus ojos brillaban de esa manera?

¿Por qué se sentía tan perdido cuando lo miraba así?

No buscó muchas respuestas y sólo tiró de él hasta abrazarlo fuertemente, aspirando el embriagante aroma que poseía el menor.

Sintió que esta clase de abrazo no podría dárselo a nadie más que no fuera él.

― ¿Sigues teniendo frío Changminnie?

―S-sólo un poco―susurró dulcemente mientras Yoochun acariciaba sus cabellos con una mirada sonriente

Oí que alguien susurraba
“Adórame por favor”
Y cuando volví a ver la luna
Esta se había vuelto dorada

―Hyung~

Yoochun apretó al menor más contra su pecho…presionándolo contra él para darle más de su calor.

Su corazón latía fuertemente contra su pecho y sentía las emociones expresarse en aquel abrazo.

El menor se aferró a él y pudo sonreír ampliamente cuando en un suave susurro de sus finos labios le susurraba un te amo que le supo a gloria.

Miró el cielo, las tonalidades plateadas de la luna que iba perdiéndose por la sombra estaban adornadas de un sutil amarillo borroso, haciéndola ver esplendorosa. Ya no tan fría.

Luna azul
Ya no estoy más sólo
Sin un sueño en el corazón
Sin un amor mío

El mayor deslizó sus dedos suavemente por la cabellera del menor, sus dedos bailaron entre sus cabellos tan suaves.

Su otra mano entrelazada con la suya.

Su vista se desvió a quien dormía sobre su cuerpo y vio su espalda desnuda iluminada por los rayos plateados de la luna testigo de aquella noche.

La suave respiración del menor sobre su pecho le hiso sonreír y acarició su columna con cuidado.

Sus dedos sintieron el cálido tacto de su piel y la sonrisa en su rostro no pudo ser más amplia.

Las mejillas del menor adquirieron un rosa pálido.

Yoochun agradeció a quien fuera el ya no estar sólo, el tener a Changmin a su lado de esta manera, poder saberlo suyo.

Tener toda su ilusión y su amor, depositados en sus manos sabiendo que no lo defraudaría.

Agradeció el darse cuenta que jamás estuvo sólo.



A Hard day's night

 Título: A Hard day’s night

Autor: Akahana_Sakura

Pareja: HoMin

Género: Slash, Lime, Songfic

Nota: Songfic tomado de una canción de los Beatles de 1964 con el mismo título


Es el anochecer de un día agitado
Estuve trabajando como un perro


Yunho se desplomó en la cama, totalmente agotado por el día que tuvo.

La reunión, la entrevista, la grabación, la coordinación de pasos para el nuevo baile con el jefe de los bailarines, la asfixiante reunión con Lee So Man.

Sentía que moriría del cansancio que cargaba encima, el día había sido horriblemente agotador.


Es el anochecer de un día agitado
Debería estar durmiendo como un tronco


Comenzó a cerrar los ojos, entregándose al cansancio que este día le había traído.

Morfeo estaba a punto de hacerle caer.

Pero la puerta se abrió lentamente y un aroma a fresas, chocolate y leche con su ligero toque de menta y vainilla hiso presencia en su habitación.

Aquella presencia con aquel dulce aroma le quitaron el sueño instantáneamente.


Pero cuando llego a casa contigo
Resulta que las cosas que haces conmigo
Me hacen sentir bien

Suavemente unas manos tersas y suaves comenzaron a deslizarse por su pecho, llenándolo con una calidez infinita que se fue colando por cada poro de su piel y no pudo evitar que de su garganta brotara un ronco gemido de placer.

Adoraba que le tocara así, que le hiciera sentir tan bien con su suave tacto.

No puede evitar caer en su cariño rápido.

Sabes que trabajo todo el día
Para ganar dinero, para comprarte cosas
Y vale la pena oírte decir
Que vas a darme todo

Un suave gemido sale de los delgados labios del menor, luego de los suyos propios.

Las caricias siguen siendo amables, tiernas, dulces, pero tan placenteras que lo llevan a tocar un pedazo de cielo al tocar su piel.

―Yunho ah~―gime en su oído llenándose de un placer interminable al igual que su amante.

Amaba que aunque él estuviera cansado jamás se negara a sus caricias, amaba que aunque ambos lo estuvieran siempre estaría dispuesto a entregarse una vez más sin importar qué.

Para Yunho…todo su esfuerzo, todo el cansancio, valía la pena cuando podía tener el cuerpo del menor así, bajo el suyo, soltando esos sonidos tan sensuales para luego susúrrale:

―Hazme tuyo…―entre gemidos entrecortados que él tenía el mérito de colocar en sus labios volvió a apoderarse de su boca una vez más.

Sintiendo el suave tacto de sus cálidos labios.

Así que para qué quejarme
Si cuando estás a solas conmigo
Sabes que me sentiré bien

Sus manos se entrelazaban y sus cuerpos se movían rítmicamente cada que el empujaba.

Su corazón latía fuertemente al observar aquellas expresiones que le regalaba en estos momentos.

No importaba todo el cansancio. Realmente no importaba cuando podía estar junto a él disfrutando de la entrega que le regalaba aquel ser a sus ojos tan perfecto y tierno aunque no se lo propusiera.

Realmente no importaba el cansancio que tuviera mañana, momentos así para él no valían tanto como una noche de sueño.

No cuando le hacía sentir tan bien.

Porque aquellas manos con su tacto lo hacían sentir tan bien

Cuando estoy en casa
Todo parece estar bien
Cuando estoy en casa
Sintiendo que me abrazas
Fuerte…fuerte, sí

No podía negarlo, ni a sí mismo ni a nadie.

Estar ahí le hacía sentir tranquilo, no había preocupaciones dolor ni nada.

Todo se sentía tan bien, tan diferente al exterior.

Tan diferente.

Cuando estaba en casa se sentía realmente bien, sentir su cuerpo bajo el suyo.

Sus manos sobre él, sus caricias, los sensuales gemidos que salían de sus labios por su causa.

Se sentía tan bien al final de todo que se abrazara a su cintura y su cabeza reposara en su pecho.

Se sentía tan necesario…

Tan dulce como el amor.




Tiempo de espera

Título: Tiempo de espera

Autor: Sakura_Minnie (Tiffy)

Pareja: JaeMin

Género: Slash, Angst



Sus manos tocaron gradualmente las páginas del libro que estaba leyendo, su vista perdida ya ni siquiera podía concentrarse en la lectura ya tan larga a sus ojos.



Unas cuantas lágrimas cayeron humedeciendo el borde de una de las páginas.

¿Cuánto tiempo más debía dar tiempo al tiempo?

Hace tanto tiempo que le hacía falta su afecto su mirada y otras cosas tan poco significativas como su extraña actitud para con él.

Ya había olvidado hasta a que sabían sus labios de tanto no probarlos.

Pero los añoraba tanto que sentía un hueco en el corazón.

Ya ni siquiera se cobijaba en tontas esperanzas hincadas en un cariño que se iba escapando como el agua evaporada por un hueco en su corazón.

Su despiste transitorio no le permitía evaporarse de las pesadas sombras del amor del pasado que se amontonaba en una caja de cristal.

Rosas en las ventanas, lágrimas del otro lado.

No había día, minuto, hora, segundo de su vida en que no se detuviera a cavilar en aquel rostro que extrañaba ver, extrañaba sentir y  tocar, tan suave como la misma seda, el agua,  el aire.

No había momento en el que obtuviera dejar de pensar en él y sentir que su amor se rebasaba como el café en una taza. Sin tener dónde depositarlo para sentirse mejor.

No podía concentrarse en nada, ir a la universidad era un chasco para distraerse, todo lo que hacía sin importar que fuera,  iba como secuela terminar pensando en él. En donde estará, que hará.

¿Pensara tanto en él como él mismo hacía?

A veces lo veía y le sonreía con las mismas palabras de la última vez.

-Por favor espérame

Ni siquiera entendía bien que era lo que debía esperar.

Si es que sus palabras eran ciertas su amor no era unilateral, su amor era recíproco, incondicional…bajo su ideología de cuento de hadas: perpetuo.

Pero nada era perfecto, nada puede ser color de rosa, no existían las posibilidades.

No sabía que más fantasear, decir y mentir para engañarse a sí mismo y creer que estaba bien.

Apenas lograba mentirle a los demás.

Ya la misma posición de sus pies le frenaba hacerle creer a alguien que estaba bien. Era un muerto en vida con todo el amor para dar al piso.

Su mentón ya tocaba el piso, sus sonrisas tan hermosas como el canto de un ruiseñor ahora eran tan falsas como las joyas de utilería. El mundo ahora era de color gris sin nada que lo irradiara.

Su sonrisa ya no podía si quiera salirle natural.

Aquellas alas tan extensas de un ángel ficticio estaban tan rotas que las mismas plumas de aire se negaban a reconstruirse, se negaban a volver a nacer.

Los muertos parecían tener más vida que él.

Ya todos estaban alarmados, sus ojos parecían dos ventanas obscuras que llevaban a un vacío imperecedero tan recóndito como un pozo sin fondo, las lágrimas salían ya inconscientemente de sus ojos sin poderlas detener.

Su aspecto dejaba a la vista desnutrición, hasta los huesos de su rostro eran mucho más notorios, así como sus costillas. Aquel cuerpo catalogado como escultural ya no era nada más que huesos y una fina capa de piel.

No importaba si comía, no lo hacía o si debía hacerlo. Comer era algo que ahora ya como en un dulce pasado le importaba.

Todas las cosas le recordaban que debía seguir esperando.

Ya entrando a un lugar ignoto y rayando el límite de la locura.

Sus ojos le dolían…de tanto llorar por él.

Sus manos le dolían…de tanto no sentir su piel.

Sus lágrimas buscaban en una parte del exterior encontrar un rastro de él.

Ya ni siquiera podía mantenerse en pie. No podía mirar a la nada sin pensar en él.

Ya había llegado a ser solamente un alma con cuerpo que pena en su casa sin remedio alguno.
A veces se preguntaba cuanto dolor se es capaz de soportar por amor. La espera dolía más incluso que el mismo rechazo, la espera dolía tanto…

― ¿Te encuentras bien?

―Si gracias…―contestó comenzando a caminar. En su trayecto tan infinito como el universo sin tiempo le vio, su rostro tan dulce, sus esperanzas comenzaron a salir a flote, se le acercó y tomó de su mano

― ¡Changminnie! ¿Por qué estas así? Mírate…pareces un esqueleto―los enormes ojos de ese chico se clavaron sobre él como clavos desgarrando su piel. Las lágrimas volvían a llenarse en sus ojos.

Sentía su peso fallar, sus manos temblar como una pluma llevada por el viento. Sentía su corazón latir tan lentamente que amenazaba por detenerse pronto.

Una lágrima cayó de sus ojos.

― ¿Cuánto más debo esperar Jaejoong? ―preguntó con la vos quebrada del dolor, cada letra saliendo con un infinito dolor incomparado con cualquier herida sangrante.

Sus labios ya de un color tan blanco como su pálida piel comenzaron a temblar. Más lágrimas salieron de sus ojos desesperadas de encontrar refugio bajo su cuello.

La cadena de besos repartidos había sido olvidada.

Jaejoong bajo la cabeza y mordió su labio inferior. ¿Qué debía contestar?

El mismo no tenía una respuesta porque no era capaz de decirle que tenía miedo y ni si quiera sabía que era lo que tanto le hacía esperar.

Sus ojos se llenaron de agua…el menor salió corriendo con las pocas fuerzas que le quedaban en su cuerpo ya casi muerto en abismo llamado amor.

Se preguntaba mientras el aire golpeaba contra su rostro secando las lágrimas que caían sin parar. Se preguntaba… ¿Por qué no era capaz de ser como los demás y olvidar a media espera? ¿Acaso era tan masoquista para seguir maltratándose a sí mismo?

Su cuerpo cayó en seco cuando llegó al lugar que cobijaba sus lágrimas cada día, tarde y noche. Las lágrimas se hicieron más desgarradoras sentía que ahora lo que botaba era su sangre, su estómago se contraía mil veces de los sollozos que salían de su boca en gritos lamentosos que lo llevaban a caer de un precipicio tan doloroso como la muerte.

Sus cabellos comenzaban a salírsele con facilidad, sus uñas se le rompían, pero el dolor del hambre no igualaba el dolor de ese amor que se desbordaba y tanto esperaba por entregar.

Las heridas de un cuchillo no dolían lo que dolía su corazón.

Todo un cuerpo lastimado y sangrando no dolía tanto como ese dolor que te ahoga en un mar de incertidumbre.

Sentía su respiración entrecortarse, el aire no ser recibido por sus pulmones.

Se levantó de golpe…necesitaba ayuda.



~

~


Jaejoong estiró sus cabellos amenazando sacárselos del puro dolor.

¿Acaso no podía sentirse más estúpido?

― ¿Qué sucedió?

―Tenía su corazón…tenía todo y lo hice esperar…ni siquiera sé que le hago esperar…yo debería esperarle  a él. No sabes lo que sentí cuando lo vi. Estaba tan delgado, no parecía él…no era mi Changmin…

―Deja de hacerle esperar por tu inseguridad Jaejoong…



~

~



No podía ya respirar.

Sentía que todo se veía fuera de lugar, una pintura abstracta.

Sus piernas perdían fuerzas y apenas podían sostener su cuerpo, sus ojos no podían mirar al frente sin ver que todo se obscurecía aun siendo de mañana.

Sentía que su corazón se detenía y apenas latía.

Apenas podía coger el aire y llevarlo a sus pulmones. Apenas podía vivir.

―Jaejoong ah…―susurró, su rostro ahora estaba húmedo y las lágrimas caían sin cesar llevándose lo último que quedaba de él.

El amor era una suave poesía trágica que a veces te hacía llorar y otras reír pero de una manera u otra terminaba cortándote la vida con un golpe certero y doloroso que sólo te dejaba sangrar, otras podía ser tan dulce como la miel.

Pero hay que ser sinceros. El amor era aquel veneno que te corroía por dentro aún más doloroso que el ácido más potente del mundo. Te quemaba las entrañas hasta que terminabas escupiendo todo lo que había dentro de ti.

Todo por culpa de aquel sentimiento tan efímero para otro y eterno para algunos.

Changmin descubrió que este amor era veneno cuando Jaejoong no le contestó.

No podía creerse que aquel sentimiento tan bello que le había hecho sonreír pudiera hacerle ahora esto.

En un principio ese amor eran tan incómodo cuando él se le acercaba y le sonreía, luego se volvió tan necesario que estaba seguro que era adicto a los besos del otro y jamás podría separarse de esa sensación  tan completa que le brindaban sus caricias con un solo rose de piel.

Luego pasó a ser más complicado pero tan necesario que no quería separarse de su cuerpo y sentía que todo le hacía mal si no estaba con él.

Al final todo se volvió tan triste y doloroso que no podía con el propio peso de sus pensamientos que no pesaban nada como el aire.

Sus ojos se iban cerrando…sin saber si de esa obscura niebla que ahora le abrigaba podría dejarle salir una vez más.

Se sumió en aquella espesa niebla que le ofrecía cobijo, a ver si cuando despertara podría entregar su amor y no tener que esperar.



~


~



Jaejoong comenzó a correr con todas sus fuerzas, su corazón le latía fuertemente.

Sentía un montón de mariposas liberarse en su estómago.

Un aroma a amor expandirse en el aire.

Una alegría tan hermosa como la sonrisa de aquella persona llenaba su ser.

Su alegría era tan inmensa que se sentía a flor de piel.

Llegó hasta el lugar y vio la puerta abierta…

Una mancha tan roja como los pétalos de rosa en la clara alfombra le hicieron borrar su sonrisa…salió corriendo desesperado.

El miedo embargaba su ser, el dolor acomodó sus facciones.


~


~


Siento que te perderé…tengo tanto miedo. Tú ya te vas y yo aún no me atrevo.


Los doctores comenzaban a desesperarse, lo estaban perdiendo.

―Joven de aproximadamente veinte años, 1,85 aproximado de estatura, tiene un caso severo de desnutrición puede traducirse por una anorexia nerviosa, sangrado intensivo en la nariz y fallos respiratorios. Se tiene precaución con un posible paro cardiaco… ¡Atención! ¡No está respirando! ¡Traigan el oxígeno!



~


~


La respiración de Jaejoong se hacía más dificultosa, cuando vio la ambulancia pasar por frente suyo corrió tras ella, dirigiéndose al hospital.

Su corazón latía a extremos insospechados…

Cada lágrima comenzaba a arderse y rasparle el rostro como si fuera ácido.

―Changmin ah…sólo espera un poco más


Aún si es un solo momento. Te haré saber mi amor.


~


~


―El muchacho apenas respira, logramos estabilizar su corazón…se teme que entre en estado de coma…

― ¿Podrían ubicar a algún familiar?

―Intentamos localizar a su familia, no traía celular y sólo sabemos que su nombre es Shim Changmin por su carnet de estudiante, ya llamamos a la universidad y están haciendo todo lo posible por encontrar a sus familiares.

―Gracias…este pobre chico no parece estar interesado en su aspecto pero no podemos catalogar su anorexia como metabólica porque no tiene ninguna otra enfermedad

―Tal vez sean problemas personales, mi hijo a veces no puede comer cuando está muy triste

―Si es personal no nos concierne, sólo quiero que siga respirando y que un familiar al menos venga a verle.

Aún si la violenta lluvia cae y los fuertes vientos soplan iré a proteger este amor.


~


~


Kono machi de, meguriatta ima mo~

Jaejoong tomó el teléfono aunque sentía que era ilógico hacerlo en un momento tan estresante como este.

―Diga…

―Disculpe… ¿Usted conoce al joven Shim Changmin?

―Si…

―Necesitamos que venga al hospital central urgentemente por favor, si puede contactarse con algún familiar por favor avíseles


El sentimiento que ahora sentía era un amor tan cerca a la muerte que temía caer en ella también, caer en la desesperación de saber a la persona que ama lejos de él.

La espera mata.

Sus piernas se movían sin siquiera pensarlo mucho, no importaba que sucediera seguía corriendo, su vida y de quien más amaba dependía de ello.

Todos están buscando ese lugar, que pueda curar su tristeza y soldad por eso, para ti ese lugar está aquí.


~


~

Y no importa que tan lejos esté perdido. Nunca quiero olvidar que mi corazón eligió amarte a ti.


Las enfermeras comenzaron a correr, desesperadas asustadas.

― ¡¡Código rojo!!

Los doctores se desplegaron, fue traído el resucitador, a cada choque eléctrico Changmin abría sus ojos pero sus ganas de despertar eran tan nulas que los volvía a cerrar.

Cuando su corazón fue estabilizado miró a todos lados.

El cansancio consumía su ser…no tenía fuerzas y esa niebla estaba dispuesta a alojarlo.

―Jaejoong ah…―susurró antes de volver a cerrar sus ojos, los doctores se asustaron.

― ¡No está respirando!


~


~


Jaejoong llegó apenas, preguntó por el paciente recién traído y corrió hasta el lugar, ya muy asustado a su pesar.

Los gritos de los doctores y en unos minutos su Changmin pasó por su lado en una camilla con un paramédico dándole aire.

Los siguió aún corriendo, llegando a UTI (Unidad Terapia Intensiva) donde ya no le permitieron el acceso.

― ¡¿Qué está pasando?!

―El chico tenía desnutrición severa provocada por una anorexia nerviosa metabólica, una hemorragia severa de nariz y fallos pulmonares. Tuvo un paro cardiaco en urgencias…ahora el chico no respira por sí mismo

―Eso…eso que significa

―Entrará en estado de coma…


No te puedo olvidar, pero la verdad es que no te quiero olvidar.


Sus manos temblaban, golpeaba la pared, no podía pensar, sus lágrimas eran interminables.

El doctor salió en un momento en que todo se congeló para él cuando le dijo el diagnóstico.

―Ha entrado en estado de coma…intentamos todo lo posible pero él ya no respira por sí mismo

―… ¿Despertará…?

―No lo sabemos…en esta clase de coma él puede despertar mañana, en unos días…meses años o tal vez ya no despierte


No puedo sentir ni un poco de felicidad porque no estás en mi lado. No importa cuanto lo intento, siempre termino llorando…y mis lágrimas no se detienen.



El amor es esa clase de sentimiento, que te llena, te embarga y no te deja ir.

Es esa clase de sentimiento que te hace esperar cuanto sea necesario por la persona que amas.

Changmin le había esperado demasiado y ese día se había cansado de esperarle.

Ahora el que sentía el veneno de ese amor tan doloroso sabía cuánto había soportado sólo por él y esa inseguridad sobre sus sentimientos.

Le hubiera gustado no hacerle esperar más, le hubiera gustado que sus ojos volvieran a mirarle y le sonrieran con una mirada, sin palabras en medio que callaran el canto de un ángel en medio del silencio.

No quería que esto pasara pero…

El amor también es una prueba de valor, valentía, responsabilidad y resistencia.
Changmin le había mostrado que podía resistir años basado en ese amor que él mismo creía tan fantasioso y exagerado.

Eterno.

Changmin le había demostrado que también dolía, que el amor te desgarraba hasta dejarte morir y él había tenido la culpa.

Estaba seguro ahora…que Changmin estaba ahí y él lucharía esta vez.

Ahora era su turno de esperar a Changmin.


Aunque ya no tengo razón para seguir aferrándome a este dolor. No puedo evitar hacerlo.

Por siempre estaré aquí, Aún ahora estoy aquí. Creyendo que algún día nos volveremos a ver.

Estos sentimientos no cambiaran
Y tú eres el único en el que pienso.


¿Fin?


Nota de la autora: Akii…me convenciste…hay.>.<. No puedo creer que me hayas convencido con eso…fue extorción O.o…en fin. Ahí está con las canciones números y personas que pediste…creo que me salió feo y muy corto pero no importa, ojalá te guste y no llores que te quedarás más ciega de lo que estás.

Annyong~