Título: Inocent
Autor: Akahana_Sakura
Pareja: JaeMin
Género: Lemon
Advertencia: Violación
Jaejoong mantenía la mirada fija en el chico que hablaba profundamente de todas esas personas, tal vez él no lo notara pero tenía un fuerte sonrojo en su mejillas, y eso a Jaejoong le gustaba.
Las palabras de su boca salían con aquel sentimiento, ni tan exagerado ni tan opaco, perfecto para aquel poema que parecía perfecto para sus labios.
-Su piel desnuda…tan suave…la suavidad de sus caricias…tan confortable…la suavidad de tu tacto. Toda tú…toda tú. La vida se me escapa por tus ojos, tu vida anclada a mi vida, por los cielos. Regálame tu vida, tú ya tienes amarrada la mía…libera la paloma blanca de tus pensamientos, has de ti algo más mío-sus palabras concluyeron con pulcritud y aquellos ojos castaños brillaron profundamente, palabras de agradecimiento del director al mejor declamador de la secundaria.
Shim Changmin, aquel chiquillo que parecía un bloque de hielo pero cuando hablaba así, no había rastros de aquel muchacho de apenas segundo año de secundaria que era más frío que un iceberg.
El pelinegro a su lado aplaudió fuertemente y se acercó a su oído.
-Ganador pide…
-Habla…
-Te reto a que te cojas a ese niño-Jaejoong miró a Yoochun con una sonrisa y aquel brillo en su mirada apareció. Yoochun y Jaejoong eran conocidos como los inseparables amigos, ambos tenían aquello que los hacía tan parecidos y diferentes a la vez, ambos también eran conocidos como unos jugadores empedernidos, no porque fueran a un casino o algo así, el hecho era que ambos solían retarse cosas así, cogerse a algún estudiante por ahí o ser cogidos también valía.
Ahora el reto consistía en el tempano de hielo más conocido en el colegio por su particular atractivo, su inteligencia y por su puesto su frialdad.
La mayoría de sus admiradoras y admiradores eran unos tontos y estúpidos masoquistas que se derretían como helado expuesto al sol cuando este les miraba con su típica mirada asesina y les decía: “Vete al demonio”
A Jaejoong le daba risa eso y no era su admirador ni nada por el estilo pero había visto eso muchas veces y según sus conclusiones Shim no era la clase de persona que debía ser conquistada o que se conmovía con flores y chocolates, a lo mucho con un buen plato de kimchi podías lograr que no te mandara a la mierda con sólo una mirada.
Shim era la clase de persona a la que debías cogerte sin anticipación y si luego querías pues lo conquistabas.
Jaejoong tenía tan en claro aquello que ese mismo día, luego de que el acto terminara y todos se fueran siguió a Changmin a los baños, para su suerte los menos concurridos por no decir los que nadie iba a ver ni aunque les urgía.
Changmin prefería aquellos baños porque odiaba que la gente lo molestara ya sea con un simple hola o lo que sea y prefería disfrutar de su silencio y tranquilidad sólo en aquellos baños en la parte más alejada.
Jaejoong sonrío ampliamente cuando vio al menor lavarse las manos con calma, se acercó con sigilo, obviamente el menor no notó su presencia y simplemente continuó haciendo lo que hacía, hasta que cuando iba secarse las manos alguien lo jaló del cuello de su camisa, metiéndolo a uno de los cubículos.
Changmin antes de pensar bien llegó a estupideces como en un fantasma, en Jack el destripador, llegó a pensar hasta en Chucky el muñeco diabólico. Quien hubiera podido ver lo que pensaba dudaría descomunalmente de sus magníficas notas escolares.
Cuando pudo ver al rubio que ahora lo tenía preso contra la puerta del cubículo, frunció el ceño.
-¿Qué rayos quieres?
-Tú no hables niño
-¡¡Suéltame imbécil!! –exclamó intentando moverse, comenzaba a sentir nerviosismo y odiaba eso, odiaba sentir ese miedo a algo, a tener que mostrarse débil. Intentó forcejear más pero el rubio se pegó a su cuerpo con fuerza.
-Aquí el que manda soy yo así que mejor te me vas calmando-dijo con vos autoritaria, pero el menor siguió forcejeando. Jaejoong giró los ojos, molesto y le dio la vuelta bruscamente para luego morder su cuello
-¡¡Idiota!!-le insulto, una pequeña herida producto de la fuerza impuesta por el mordisco de Jaejoong se abrió y comenzó a brotar un cantidad mínima de sangre, el mayor lamió el rastro de sangre en su cuello y luego dejó un chupón en su cuello-¡¡Suéltame!!
El mayor rió ampliamente y empujó más al menor que se quejó del dolor.
-Cállate si no quieres que sea realmente malo contigo
-¿Qué vas a hacerme?-entonces Jaejoong comprendió muchas más cosas, la inocencia de aquellas palabras y el terror plasmado en cada una de las letras. Shim era más virgen que la virgen María…en realidad la virgen no tiene nada que ver es esto pero en parte era cierto.
Quien iba a pensar que el tempano de hielo con complejos de superioridad era tan inocente.
Jaejoong ya moría por corromper esa frágil inocencia que ahora proyectaba el menor, o sí...se sentía muy pedófilo ahora.
Aunque Changmin sólo era dos años menor que él.
-Nada que no vaya a gustarte-Changmin se quedó con una expresión de terror en el rostro, moviendo sus ojos de un lado a otro sin encontrar ayuda alguna. Había caído redondito en la trampa del mayor.
Jaejoong comenzó a besar su cuello, dejando marcas por todos lados, mordidas, besos y unos chupetones que de seguro los vieron hasta los del África.
Changmin reprimía sus gemidos tanto de dolor como de placer mordiendo sus labios hasta dejarlos amoratados y sangrando.
El mayor comenzó a deshacerse de la estorbosa ropa con rapidez, quitando con cuidado su camisa para dejar su espalda tan tersa y suave llena de marcas rojizas y otras hasta violáceas de la fuerza impuesta con sus labios.
Cuando le llegó el turno a sus pantalones el menor quiso gritar pero Jaejoong le tapó la boca.
-Si no quieres que sea malo mejor te abstienes a sólo gemir para mí
El menor temblaba como una pluma, lágrimas se formaban en el borde de sus ojos pero no se atrevía a soltarlas del puro miedo que tenía a mostrarse aún más débil.
Jaejoong disfrutaba dejando besos en sus muslos, dejando marcas hasta ahí. Cuando se alejó y Changmin creyó que la tortura había terminado, el mayor lo penetró de golpe, tapando su boca para que sólo llegara a soltar un grito ahogado en su mano.
-Perdona niño…pero no pude resistirlo-le dijo justo en su oído Changmin estaba en un estado de dolor, shock y casi inconsciencia. Jaejoong aprovechó eso para darle la vuelta-en el poco espacio-para que quedara en frente suyo, su mirada se había perdido en algún lugar en el espacio pero aún contenían esas brillantes gotas cristalinas que amenazaban con salir junto a otras cuantas del dolor.
-Realmente eres lindo-dijo sonriendo de lado, volvió a aprisionar sus muñecas por si se le ocurría reaccionar e intentar zafarse.
Se sentó en uno de los inodoros aún dentro de él, dispuesto a empezar cuando estuviera bien sujeto.
Al poco rato tomó con sólo una mano las muñecas del menor y aprovechando la fuerza de brazos que tenía abrazó con su brazo derecho la cintura del menor subiéndole y bajándole, cada vez con más fuerza.
Después de que comenzara un ritmo irregular en aquellas ‘embestidas’ el menor comenzó a gemir fuertemente, ya sin lugar a dudas sobre el placer que le impedía pensar bien.
Jaejoong sonrió ampliamente mientras hacía su cabeza un poco para atrás, disfrutando de la estreches de aquella cavidad que lo recibía con tanta firmeza.
Changmin sentía todo darle vueltas, sus ojos no enfocaban nada y ni siquiera era consciente de lo que estaba sucediendo sólo pudo darse cuenta de que colocó sus manos sobre otra piel. Al parecer el pecho de alguien sin saber si quiera como pues sentía presión en sus muñecas.
Luego de que Jaejoong dejara las manos del menor sobre su pecho ya no necesitó sujetar su cintura para que pudiera provocar aquella fricción que amenazaba con volverlo loco.
El menor ahora saltaba sobre él auto penetrándose sin siquiera darse cuenta de ello.
Sus manos se cerraban sobre su pecho mientras gemía sin control, provocaba heridas sobre su pecho y Jaejoong lo disfrutaba de una manera poco cercana a lo bueno.
El cúmulo de sensaciones en el cuerpo de Changmin comenzaba a expandirse, sentía que todo se velaba y un montón de tensión se acumuló bajo su estómago.
Jaejoong sintió como el menor se hacía más y más estrecho, provocando que los gemidos de sus labios se hicieran más sonoros y graves.
Luego de un rato el menor se corrió en el abdomen de Jaejoong, que con la mirada velada del placer no dejó a Changmin descansar y lo pegó a la pared de nuevo, viéndose obligado a embestirle con fuerza para disfrutar de lo poco que le quedaba ya de resistencia.
Antes de acabar Jaejoong besó a Changmin con fuerza, volviendo a abrir las heridas que apenas se habían cerrado luego de tanto morderlos. Disfruto del sabor de aquella sangre al máximo cuando llegó al orgasmo al fin.
Estaba completamente extasiado y el menor también parecía así aunque pretendiera que no.
Cuando Jaejoong salió de él, el menor parecía desconcertado y muy perdido.
-¿Qué me hiciste?-Jaejoong sonrió mientras cerraba el cierre de su pantalón. Pero no le contesto.
El menor comenzó a desesperarse, sus muslos estaban llenos de marcas rojas así como su cuello y parte de su pecho, sus labios le dolían, su parte trasera también.
Ya sabía lo que le había hecho pero se negaba a aceptarlo.
-¡¿Qué me hiciste?! –exclamó desesperado, su mente reproducía las imágenes y no terminaba por creerlo. El mayor volvió a sonreír y se acercó a él.
Tomó con su mano su miembro y comenzó a estimularlo.
-¡Suéltame! –exclamó, de pronto se vio perdido de nuevo. La mano del mayor no se detenía y sin quererlo comenzó a gemir teniendo que llevarse una mano a la boca para morderla y no darle el gusto de escucharle gemir.
Cuando volvió a correrse Jaejoong lo besó. Changmin no pudo evitar cerrar sus ojos…
OMG LO AME AWWWWWW con violacion y todo aunq tan tan violacion no fue xD digo lo disfruto o no?
ResponderEliminarmaxshopi
por el amor a todos los dioses existente.... dime que habra continiacion!!!!!!!!! plz!!!! OMFG!!! es GENIALLL!!!!
ResponderEliminarGuoo... Que habra sido del pobre Min?
ResponderEliminarBuena historia
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