CAEED~ Cap. 10 El calor de una sensación aferrada al amor

Capítulo 10: El calor de una sensación aferrada al amor

Dieciochoava semana de gestación

Jaejoong suspiró pesadamente al ver a Changmin dormido de nuevo, luego de haber tenido consecuentes desmayos y pérdida de peso Heechul había logrado descifrar que Changmin necesitaba más consumo de grasas y no una dieta más llevada a mantenerlo delgado, pues el bebé estaba creciendo, pesaba más y las fuerzas de Changmin no eran las suficientes. Changmin desde aquel entonces permanecía dormido casi todo el tiempo, despertándose apenas para comer, asearse, ir al baño y a lo mucho hablar.

Todos en casa parecían hacerse turnos para verlo mientras dormía e incluso Junsu lo hacía mientras Jaejoong tenía que ir a trabajar, pero el menor no daba mucho trabajo, al parecer estaba demasiado agotado y Heechul comenzaba a preocuparse a pesar de que hacía todos los exámenes habidos y por haber sin mostrar riesgo alguno aun cuando ya llevaba medio embarazo exitoso.

Se sentó en la cama y acarició sus cabellos, era verano y hacía demasiado calor por lo que Changmin estaba sin camiseta por propia voluntad pero Jaejoong estaba preocupado de que cogiera un resfriado y como de costumbre lo tapó con la sábana, pasó sus dedos por su rostro y sonrió al ver su vientre abultado, con delicadeza colocó su mano en el lugar sintiendo su corazón llenarse de una adorable sensación, sonrió pensando en el futuro, cuando ese bebé naciese y todo fuese diferente.

―Quiero galletas de arroz―Jaejoong pegó un saltó al escuchar la vos de Changmin, se oía un poco ronca pues últimamente no hablaba mucho y a decir verdad no hablaba hace días, sólo hacía gestos con el rostro y dormía, sonrió y se levantó

― ¿Con leche?

―Si por favor…―Bajó las escaleras rápidamente, resbalándose con la alfombra de la cocina casi cayendo sobre SeungRi que iba saliendo con un vaso de jugo a la mitad

―Lo siento…

―No hay problema… ¿Está despierto?

―Sí, puedes subir a charlar con él si quieres―SeungRi sonrió y se fue corriendo al piso de arriba, Jaejoong volvió a suspirar y comenzó a revolver en la alacena buscando el paquete de galletas de arroz que había comprado en la mañana, cuando las encontró sonrió victorioso pero su sonrisa no duró mucho tiempo cuando el timbre sonó. Jiyong iba entrando a la cocina y puso una cara de preocupación―Sube al cuarto de Changmin…rápido―dijo dirigiéndose a abrir la puerta, así como lo presintió la visita no era la más agradable que uno pudiese recibir.

Era el emperador nuevamente.

―Buenas tardes…

―Buenas tardes…―contestó, apenas logrando disimular el desprecio en su vos haciendo una reverencia para librarse de la pequeña mueca.

― ¿Cómo han estado?

―Bien

― ¿Y Changmin? Me gustaría verlo…

―Está descansando

― ¿Tan temprano? Deja de esconderlo y tráelo

―Él está cansado está durmiendo, necesita dormir, no es bueno que se mueva mucho…

―No hay problema hyung…ya estoy aquí…―Changmin apareció bajando las escaleras con un rostro sereno, llevaba puesta ya una camiseta ancha la cual escondía bien su vientre lo que hiso fruncir el ceño al emperador

―Un gusto volver a verte después de tanto tiempo, parece que hubiera pasado una eternidad―Changmin no dijo nada simplemente se sentó junto a Jaejoong tomando su mano― ¿Cómo va el embarazo Changmin?

―Bien…

―No ha habido ningún problema con el bebé

―No…

―Qué bueno, eso podría significarse que será un bebé sano y estará bien cuando no lo llevemos

― ¿Llevar a dónde? ―preguntó Changmin asustado apretando la mano de Jaejoong, una sonrisa surcó la cara del emperador

―Cuando nazca nos lo llevaremos porque probablemente sea fértil aun siendo mujer y lo mejor será criarlo preparado para concebir―Jaejoong se levantó de golpe junto a Changmin aunque este último fue el primero en hablar

―Nadie se llevará a mi bebé a ningún lado…discúlpeme pero primero muerto antes que entregar a mi hijo…―dijo enojado, no dijo nada más y subió las escaleras corriendo, Jaejoong frunció el ceño

―Qué mal, se ha encariñado con la criatura eso no es bueno, sería mejor dejarlo ir, de todas maneras como un niño puede ser criado en un entorno de hombres no es un ambiente saludable…―Jaejoong apretó los puños y comenzó a caminar hacia la puerta

―Por favor…váyase

―No me digas que tú también te has encariñado con esa criatura

―Disculpe…pero usted no puede saber que es encariñarse con un hijo que aún no nace porque jamás ha tenido uno…no puede saber que es el amor de padre porque está solo y solo tiene a su sobrina pero no es lo mismo…por favor váyase

―Realmente patético…intenté que fuera por una buena manera pero están avisados…cuando esa criatura nazca nos la llevaremos quieran o no…con permiso―El emperador salió de la casa, cuando Jaejoong cerró la puerta lo primero que hiso fue correr a la habitación de Changmin donde este lloraba abrazado a SeungRi y cuando lo vio lo primero que se le ocurrió hacer fue correr y prenderse a su cuello

―Dime que no se lo llevará…es nuestro, solo nuestro…no puede llevárselo…por favor prométeme que no lo hará

―Sólo pasando sobre mi cadáver lo hará…no llores…no creo que nuestro bebé quiera sentirte triste. ¿Verdad? ―Changmin trató de controlar su llanto y cuando lo logró quedó casi automáticamente dormido, SeungRi y Jiyong se despidieron por lo tarde que ya era, al rato aparecieron Yunho y Heechul que no tardaron en hervir en su propio caldo al enterarse de lo ocurrido, pero eso no fue lo peor…

― ¡¡¡Hyung!!! ―exclamó Changmin en un grito desesperado, abrazando su vientre mientras las lágrimas resbalaban por su rostro Jaejoong se levantó del sofá cama en el que dormía a veces acercándose a Changmin tomando su mano…

―Te duele algo…―intentó preguntar, Changmin abrió los ojos de golpe viendo a Jaejoong desconcertado― ¿Estas bien? ¿Te duele algo?

―Me…me…no, no me duele nada…―Jaejoong se acomodó mejor acariciando su cabeza en lo que Changmin se tranquilizaba, luego de un rato se alejó un poco del mayor y lo miró a los ojos, esperando encontrar su luz en medio de las obscuridad en él y no se equivocó veía en él su única esperanza, la única persona a la cual aferrarse―Soñé…que intentaban quitármelo…que…nadie hacía nada y tuve miedo…tanto miedo de que me la quitaran y que tú me abandonaras…

―Jamás va a pasar…yo no me alejaré de ti ni mucho menos dejaré que toquen a nuestro bebé. Ya veremos que hacer…mientras tanto tú solo preocúpate por cuidarlo y mantenerte fuerte por él…―Changmin sonrió suavemente, tomando entre sus manos el rostro de Jaejoong, tomando por primera vez la iniciativa de besarlo. Jaejoong sonrió en medio del adorable beso, tranquilo.

―Duerme conmigo…―Jaejoong sonrió y se levantó para levantar las sábanas y meterse junto al menor en la cama, dejando que se diese la vuelta para dejar espacio libre a su vientre, él abrazando tanto al amor de su vida como a su hijo, sintiéndose tranquilo, al menos por ahora.

Veinteava semana de gestación

Changmin rió con fuerza ante el cosquilleo que le provocó los labios de Jaejoong sobre su vientre, más la sonrisa que luego proyectó el mayor ante tal reacción por parte del menor.

―Cada vez esté más grande

―Claro. No esperes que vaya a reducirse

―Eres un tonto―Dejo otro beso en su vientre sacando en lugar de cosquillas sólo una dulce sonrisa, lo siguiente fue verse a los ojos a la distancia, ambos sonriendo. Un beso más

―Ya basta

―Déjame darle cariño a mi hijo―Changmin sonrió de nuevo y otro beso fue depositado en el mismo lugar al mismo tiempo que la puerta se abría y Heechul aparecía con cara de pocos amigos.

― ¡¡¡¡Qué te dije sobre aprovecharte Kim Jaejoong!!!! ―exclamó totalmente alterado, Jaejoong sonrió irónico― ¡¡ ¿Cómo osas perturbar la paz de Changmin con tus perversidades?!! ¡¡Sal de aquí y déjalo descansar!! ―Changmin intento decir algo a favor de Jaejoong pero no pudo por los gritos de Heechul que iban desde su paz hasta el bien del bebé y le daban una vuelta entera a qué era lo que podría suceder si el menor se agitaba demasiado, el griterío fue tanto que Jaejoong se vio obligado a salir corriendo para dejar de escuchar a la madre histérica.

―Hyung…el agitarme no va a alterarme tanto como tus gritos

―Lo lamento…es que estoy algo alterado… ¡¡Es que ese imbécil de Yunho ya me tiene hasta el copete!!

―Yo que sepa no tienes copete hyung…

―Juro que la siguiente vez que lo vea así de coqueto con la tal YooHae lo castro…―Changmin lo miró como si tuviera diez ojos en lugar de dos y comenzó a arrastrarse en la cama hasta alejarse un poco del mayor, que luego de ver esta reacción se rio con ganas―No lo digo enserio, pero si dormirá en el pórtico si es que sigue con sus confiancitas con esa

―Ok… ¿A qué viniste aquí hyung?

― ¿Cómo que a qué vine? ¿Acaso es malo que tu hyung venga a visitarte?

―No…pero no sueles venir a no ser que sea para hacerme más exámenes

―Si vengo…pero cuando lo hago estás en el quinto sueño y ni quien se atreva a despertarte con la carita que traes cuando duermes…el punto es que vine para hablar contigo…es algo que no quiero decirle a Jaejoong porque…sé lo dramático que es…y no vayas a decir que yo lo soy más porque lo sé…Changmin justo hoy se cumplen veinte semanas es decir cinco meses aproximadamente desde la fecundación, tu vientre ya está en un buen tamaño, todos tus análisis han sido óptimos y no ha habido complicaciones hasta ahora, en fin…no te he hecho ver una ecografía hasta ahora y querías preguntarte si quieres verla…si la vez sabrás cual es el sexo del bebé y sé que Jaejoong quiere que sea sorpresa pero no lo eh escuchado de ti, probablemente tú quieras saberlo, que la sorpresa sea para Jaejoong

―Si quiero…pero…me será casi imposible no decírselo a Jaejoong

―No lo creo, él quiere que sea sorpresa pues hazle el favor, él se enterará cuando nazca pero tú puedes saberlo. Una vez mi madre me dijo que cuando estaba embarazada presentía que yo era niño aunque incluso el médico me confundió con una niña… ¿Tú puedes presentir algo?

―Si…eso creo, no estoy seguro, pero…si quiero saberlo―Heechul sonrió y estiró su mano, Changmin la tomó y se levantó de la cama, colocándose las pantuflas para bajar al…pequeño hospital en el exageradamente amplio sótano, salieron despistando a Jaejoong que se escondía en la cocina temiendo que Heechul apareciera continuando con el griterío.

Cuando llegaron Heechul cerró con seguro la puerta y dirigió a Changmin hasta una camilla al fondo junto a aquella máquina que había sido traída cuando él iba en su segundo mes, cuando se recostó le levantó la camiseta y colocó tanto arriba como abajo una tela quirúrgica de color celeste verdoso.

―Esta cosa se siente fría―dijo mostrándole un bote que contenía una crema amarilla opaca, la colocó en sus dedos poniendo el contenido en el vientre de Changmin, extendiéndolo por toda la parte abultada. Acercó un grueso tubo con una cosa rara en la punta que chocó contra su vientre, Changmin volteó casi inmediatamente hacia la máquina viendo manchas borrosas en blanco y negro, Heechul movió el tubo un buen rato hasta posicionarlo en un buen lugar.

Donde al fin pudo ver, lo que consideró lo más bello en su vida. Podía notar su pequeña cabeza, sus manos y su cuerpo un poco deforme.

―Esta es su cabeza…―dijo Heechul poniendo el dedo sobre la cabeza mostrada en la pantalla―Aquí están sus parpados…su nariz…creo que tendrá tu nariz―Changmin sonrió, sus ojos comenzando a llenarse de lágrimas de felicidad―sus labios…parecen los de Jaejoong…sus manos, ya comienzan a crecerle sus uñas…ese es el cordón umbilical… ¿Quieres saberlo? ―Changmin no dijo nada porque lo había notado, aunque no sabía ver realmente bien aquellas imágenes lo notó

―Es una niña…―susurró, sonriendo mientras unas cuantas lágrimas se escapaban de sus ojos. Su corazón latía veloz, entonces vio cómo su pequeña manito se estiraba hasta tocar una de las paredes que la rodeaban.

―Sabía que lo sabrías…pero Jaejoong sospechará y no quiero que te conviertas en un emotivo llorón ahora, podrás verla después también, no te preocupes, cada vez que quieras, sólo me dices y podrás verla…recuerda, hazle el favor a Jaejoong y no le digas nada―Changmin asintió, Heechul también sonrió y le alcanzó una caja de pañuelos―Límpiate con ellos, yo te voy a entregar algo mientras tanto―Heechul se fue al otro lado de la habitación hurgando algunos papeles y escuchó el ruido de alguna máquina haciendo algo, se levantó y se acercó al mayor que justo cuando llegó a su lado le dio una fotografía.

La primera foto de su hija, una mancha con fondo negro pero tan significativo para él que de nuevo sus ojos se llenaban de lágrimas, sin más que hacer abrazó a Heechul en toda su alegría.

Cuando salió Heechul le prometió cuidar aquella foto y que igual cuando quisiera verla le avisara, corrió hasta la cocina viendo a Jaejoong haciendo la comida lo abrazó por la espalda apretando su cintura que Jaejoong se quejó.

― ¿A qué se debe tanto amor?

― ¿No puedo demostrarte cariño?

―Claro y no sabes cuánto me gusta pero tú no eres de hacer esas cosas a menos que algo suceda en especial

―Sólo estoy feliz porque en mis últimos exámenes no se mostró nada perjudicial para l…el bebé ni para mí

―Eso me alegra a mí también… ¿Quieres comer algo en especial hoy?

―Pero si ya casi está todo listo

― ¿Y qué más da? No me cuesta nada hacer algo más

―No está bien…sólo quiero los onigiris de esta mañana―Jaejoong sonrió al verle comenzar a revolver el refrigerador en busca de los onigiris esperando hasta que los encontrara y cuando lo hiso se fijó con cuidado en su reacción, viendo como una dulce sonrisa se vislumbraba en sus labios al ver aquellos onigiris en forma de corazón y que con retazos de alga mostraba la inscripción:

“I © Changmin”

―Tu corazón está deforme…

―Hay perdón no sé utilizar las tijeras para cortar algas…

―Gracias…―el mayor sonrió en respuesta, el menor volvió a perderse tras la puerta de la cocina. Dejándolo sólo, luego de un rato Heechul apareció ahí ya parecía haber olvidado su griterío en el piso de arriba

― ¿Ya te lo dijo Minnie?

―Sobre lo de los exámenes sí

―A qué bueno…así como va progresando todo…puedo casi asegurar que no habrán complicaciones después sin embargo…es probable que el nacimiento del bebé se adelante hasta dos meses…

―Pero estará bien

―No creo que sea algo de riesgo así que no te preocupes, de todas maneras tomaré todas las previsiones

―Gracias…

― ¿Por qué me agradeces?

―Porque si no fueras tú en verdad no creería que Changmin está en buenas manos…―Heechul sonrió sentándose en una de las sillas del desayunador, viendo con curiosidad los onigiris, sonriendo al ver lo que tenían escrito

―Si caíste y duro…

― ¿Ah?

―Te enamoraste hasta las patas…―Jaejoong sonrió asintiendo con la cabeza mientras rebanaba la cebolla para la ensalada― ¿Puedo confiarte algo?

―Claro…

―Creo que yo también estoy enamorado…pero de un imbécil

―Tratándose de Yunho en verdad no me sorprende, con lo dejado y despistado que es…

― ¿Cómo sabes que hablo de él?

―Ah…Heechul tú prácticamente me conoces desde que uso pañales y conocemos a Yunho desde casi los ocho años, siempre hemos sido amigos, siempre ustedes han ido a su ritmo han peleado han compartido y actualmente cuando discuten o están charlando tienen un trato especial el uno para el otro…me imaginaba hace mucho que tú y él terminarían juntos

― ¿Es curioso verdad? Pero…no estoy tan seguro que realmente él me quiera, no lo has notado porque Changmin volvió a casa y piensas en él todo el tiempo…pero Yunho ya no para aquí, hace otras diligencias y cuando vuelve casi ya no hablamos…tengo ganas de gritarle pero…no quiero, probablemente él ya no sienta ni amistad por mí

―No confundas su lejanía, no puedes leer sus pensamientos, espera un poco o intenta hablar con él ya sea una cosa u la otra no puedes saberlo sólo por suposiciones tienen que hablarlo

―Al parecer el ser padre te está haciendo madurar

―Eso creo…ha…llama a Minnie ya está listo esto

―Gracias Jaejoong―Heechul salió corriendo en busca del menor y Jaejoong se quedó viendo el espacio vacío dejado en la silla. Yunho casualmente le había dicho lo mismo algún tiempo. Heechul tenía razón Yunho era un imbécil pero él a su vez también lo era al no ser capaz de hablar y darse cuenta de lo que estaba sucediendo-