Infidelidad Prólogo

Prólogo

Otra vez como cada tres días sus manos volvían a tocarse y arremolinarse entre las blancas sabanas de aquel lugar.

Los besos del moreno en el cuello del más alto pero menor, dejando unas marcas que tardarían en desaparecer no menos en una semana.

Sus manos no tenían reparos en tocar el cuerpo del otro ni susurrar aquellas palabras de amor que sólo eran guardadas para él.



Únicamente para él aunque ambos ya estuviesen casados y con personas totalmente diferentes a con quienes estaban actualmente.

Shim Changmin y Park Yoochun dos grandes personas con destinos que supuestamente debían estar muy separados.

Changmin, era un gran modelo y cantante, hijo de una familia poderosa e influyente, obligado a casarse con una mujer que odia, pero tras ese matrimonio, no todo pudo ser tan malo.

Yoochun era un compositor y deportista, también hijo de una familia poderosa e influyente, fue obligado a casarse con una estúpida que lo único que realmente sabía hablar bien eran estupideces.

Park se había casado con aquella descerebrada que actualmente y cuando estaba con Changmin obviamente olvidaba hasta el nombre, tres años antes que su menor.

Por razones de sociedad y aquellas estupideces pues asistió a la boda de aquella despreciable mujer que irradiaba hipocresía hasta en su cabello y aquel joven del cual sólo conocía su apellido.

Lo que no se esperó fue que su esposa fuera amiga de la futura señora Shim y mucho menos que lo tratara como a trapo y lo mandara a ayudar al novio que ni siquiera conocía.

Recordaba cómo el día más mágico de su existencia el día en que entró en la habitación donde se arreglaba el novio y vio al ser más perfecto y hermoso sobre la faz de la tierra. Aún podía sentir ese sentimiento embriagante que lo recorrió cuando esas castañas pupilas se posaron sobre él y lo miraron con curiosidad con esa simple pregunta en sus labios. Aquellos exquisitos labios.

Fue aún más rápido que la versión adaptada de Romeo y Julieta, ni siquiera sabían sus nombres y sus miradas perdidas en el mar obscuro del otro ya lo habían dicho todo. Aunque incluso ninguno detuvo la unión falsa de dos seres completamente diferentes.

En la memoria de ambos estaba como habían sido obligados a ir a una reunión de esos dos peculiares matrimonios y cómo no habían podido dejarse de ver desde aquel momento.

En que el engaño empezó.

Y cómo ahora besos eran esparcidos por sus cuerpos, caricias dulces que jamás se las darían a otra persona.
Aquellas manos jamás dispuestas a dejarle ir por más que aquellas que se hacían llamar su pareja o intentaran.

De nuevo sus besos, caricias eran escondidos por las cuatro paredes de aquel lugar que los escondía de las miradas del público. Qué escondía su amor de la injusta sociedad.

Sus besos fogosos, sus susurros que poco a poco se volvían quejidos y luego fuertes gemidos de placer por el rose de pieles existente entre ambos.

La sonrisa entre sus besos se hizo notar, eran felices así, en aquel lugar que le permitía estar juntos aunque escondidos.

—Hyung…ah…

—Minnie…no te muevas tanto

— ¿Qué quieres que haga?

—Que dejes que el tiempo se alargue un poco más

—Pero ella…

—Pero nada, sabes que con que digamos cualquier estupidez a ellas no les importará…así como a ti no te importa cuando yo hago esto…—susurro mordiendo su oreja. Evidentemente Changmin se olvidó hasta de su nombre con aquella corriente eléctrica que le recorrió de pies a cabeza al sentir sus apasionados besos en su cuello y en sus labios de nuevo—Olvidemos todo como siempre…se mío…

—Sólo tuyo…

Así la entrega no se hizo esperar. El mayor se posicionó sobre él y lo invadió lento aún con el dolor de por medio pero con el placer como vencedor en aquella batalla.

Sus cuerpos se fundían nuevamente en el delirio que creaba el hacer el amor como ellos lo hacían sin reparos, algo violento pero exquisito en todos los sentidos.

Valga el amor a escondidas que ellos vivían en aquel hotel testigo de las tardes en las que escapaban del mundo para entregarse uno al otro como ahora…sólo los infieles presentes de la escena con el montón de mentiras y engaños que escondían su amor.

De eso trataba su infidelidad.

De amarse a escondidas por temor a la negación de la sociedad.

Fin 


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